Karol vuelve al orfanato en donde la criaron cuatro mujeres. Era un sitio exclusivo para niñas, pero su madre biológica decide abandonarla ahí: sabía que sería cuidada como en ningún otro lugar, incluso mejor que con ella misma. Después de unos años, ya casi adulta, nuestra protagonista vuelve a ese lugar para descubrir aquellos detalles que le faltaba conocer de su vida para lograr, al fin, vivir con libertad.
La pieza que me faltaba de Alejandra Inclán, es una novela que habla de un tema polémico y dificil: la transformación de un niño transgénero en una mujer hecha y derecha, que, como cualquier persona, se enamora y desea encontrar su propia identidad, con la idea inequívoca de ser quien siempre ha querido ser, como todo ser humano.
Esta novela fue escrita por Alejandra Inclán, autora veracruzana, independiente, para quien el tema de la identidad de género ha adquirido una importancia mayúscula bajo un principio fundamental muy claro e importante: que cada ser humano viva la vida que sueña… en la realidad.
Alejandra también es autora de “No era quien me dijeron ser”, publicado en España en 2016, que habla de la configuración de la identidad femenina de una mujer que debe aprender a serlo. Ahora, con su segunda novela, el tema madura y evoluciona para emocionar al lector, quien no puede quedar indiferente tras sus páginas.
Recomiendo este libro con toda la fuerza de las sonrisas y las lágrimas que me provocó al leerlo, estoy segura que gozarás cada fragmento de su historia.
Nos leemos el próximo #ViernesDeLectura con otra recomendación de #LibrosQueMeGustan
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