Este título de Enrique Serna es, seguramente, el libro de un autor mexicano más recomendado de los últimos meses. Cómo no, si en sus páginas se retrata no solamente la vida de Carlos Denegri, uno de los periodistas gloria de la historia de los cronistas de México, sino el contexto político, la cloaca del tráfico de influencias, pero sobre todo, y lo que más me atrajo, expone de forma clara y dolorosa los círculos de violencia que la misoginia y el machismo han desarrollado en la cultura y la psique de tantos hombres y mujeres a lo largo de nuestro devenir.
Esta novela de ficción histórica debe ser leída como retrato, pero también con la capacidad crítica en el rabillo del ojo, para no olvidar, para no permitir que prácticas que ya habían caído en desuso por su inviabilidad ética y humana, vuelvan. Hay que adentrarse en sus páginas con el deleite de la ficción, con esa conciencia de que nuestro legado será la interpretación de otros acerca de nuestra propia vida. Y está bien.
La narración es intensa, con buen equilibrio entre acción y reflexiones. La prosa de Serna es bien conocida por exigente, por precisa, por ese ánimo de darle a sus personajes una corporeidad que te hace dudar de si realmente puede meterse en la cabeza de alguien que murió hace casi 50 años, como si el mismo Denegri le hubiera hablado con esa exactitud de sus temores y fobias, con lo que comprendemos que el autor también es un gran conocedor de la naturaleza humana.
Por haberme atrapado durante días, con una sensación entre angustia, coraje y curiosidad, El vendedor de silencio es mi recomendación de este #ViernesDeLectura en #LibrosQueMeGustan.