Espera, ponte así #librosquemegustan

Desparpajada, irreverente, de una intensidad adictiva, la novela que recomiendo hoy, Espera, ponte así, de Andreu Martín, fue ganadora del premio La sonrisa vertical, ese mítico galardón que otorgaba editorial Tusquets a lo mejor de la literatura erótica.

Pero lo que no desaparecerá son las obras premiadas, entre las que se encuentran Silencio de Blanca, de José Carlos Somoza o Las edades de Lulú, de Almudena Grandes.

Espera, ponte así, es la historia de obsesión sexual y decadencia de un director de teatro que en pleno montaje enloquece de pasión por una de las actrices, bella, aunque poco talentosa, quien logra desequilibrarlo al punto de poner en riesgo todo lo bueno de su vida.

Está escrita de una manera tan intensa que al leerla es inevitable sentir esos tirones de emoción que provoca la sensualidad rebelde ante los propios límites. El gozo por sus páginas es tanto un gusto culposo, como un deleite estilístico, porque sí, el autor logra un equilibrio perfecto entre un lenguaje impecable y una anécdota perversa que seguro te sacará lúbricamente de tus casillas para terminar con el corazón acelerado y la entrepierna con un dejo de humedad.

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