De libros abiertos

Amantes mutuos y amantes de los libros, cada martes a las cuatro de la tarde él y yo convertimos su biblioteca en parque de diversiones. La palabra es algo más que herramienta de descripción: es vida eterna, por eso me gusta leerla con la espalda desnuda y la sonrisa en la punta del apetito.

Él camina hacia el librero más cercano, estira el brazo, la mano aterriza en un lomo amarillo: El amor en los tiempos del cólera. Lo abre al azar: “Además, la clandestinidad compartida con un hombre que nunca fue suyo por completo, y en la que más de una vez conocieron la explosión instantánea de felicidad, no le pareció una condición indeseable.”

Suspiro. Nuestras miradas rebotan en las pupilas. Sabe de mi atracción hacia los hombres prohibidos, como él: argumenta que no tiene nada qué esconder, pero el noventa por ciento de su vida es un misterio. Para mí es perfecto. Recuerdo la idea de Esther Perel en su ensayo El dilema de la pareja: “En nuestros esfuerzos para protegernos a nosotros mismos de la traición íntima, demandamos acceso, control y transparencia. Y, sin saber, corremos el riesgo de erradicar el preciso espacio entre nosotros que mantiene al deseo vivo. El fuego necesita de oxígeno.” Él y yo somos hoguera, una hoguera con aire de seis días para alimentarse.

Antes de utilizar mi turno me acerco a su boca. Repito mi frase favorita, la única que me sé de memoria de esa obra de Gabriel García Márquez, con los labios sobre los suyos: “Le gustaba decir que aquel amor había sido el fruto de una equivocación clínica”.

Su espalda –y algo más que su espalda– se pone rígida. Intenta atraparme en un abrazo. Le digo que ya habrá tiempo para remediar la tiesura. Este es momento de jugar.

Me paro sobre el edredón para cazar uno de los libros sobre la cabecera. La casualidad elige La ridícula idea de no volver a verte. Rosa Montero me mira desde la contraportada. Cierro los ojos, siento el canto con las yemas de los dedos, elijo una página y leo en voz alta: “Sólo siendo absolutamente libre se puede bailar bien, se puede hacer bien el amor y se puede escribir bien. Actividades todas ellas importantísimas”.

Reímos al unísono. Como polos opuestos de pronto ya nos deslizamos por el piso de madera: los dos amamos bailar, amamos escribir y amamos hacer el amor.

Se detiene. La inercia me sienta a la orilla de la cama. Le toca a él. Lo toco para encaminarlo a la estantería de caoba y casi al llegar le coloco un antifaz. Me alejo de él no sin antes rozarle la cadera con las palmas de las manos.

Hace su selección, abre el tomo, me lo ofrece. Yo lo agarro y pronuncio las oraciones que señala: “una mujer podía tener relaciones sexuales y formar lazos íntimos con varios hombres (y mujeres) simultáneamente, y todos los adultos de la banda cooperaban en el cuidado de sus hijos. Puesto que ningún hombre sabía a ciencia cierta cuál de los niños era el suyo, los hombres demostraban igual preocupación por todos los jóvenes”.

Él abre los ojos. El volumen que yace en su poder es Sapiens. De animales a dioses: una breve historia de la humanidad. Yuval Noah Harari es el autor, quien ignora que acaba de formar parte un acto de magia literaria. Esta vez el regocijo se manifiesta con una carcajada.

Cuando voy por la siguiente cita sorpresa él decide que ya es tiempo de transitar a otro pasatiempo, uno que también provoca adicción y jamás te quita el hambre. Entonces nos engarzamos sobre las sábanas blancas para crear otro recuerdo que sí, probablemente trasmute en ficción.

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*Este texto fue originalmente publicado en la revista Vértigo Político.

Foto: Jorge Charcot

Confesionario erótico de una libidinosa irredenta

1.

Soy una mujer excepcionalmente lúbrica. Me gusta el sexo desde muy joven. El reconocimiento al deleite que me causa inició como lo mejor de la vida: por azar. Tenía 12 años. Clase de educación física en la secundaria. El colegio se inscribió en el concurso interescolar de baile y tres días de la semana daban clases especiales de danza a las adolescentes seleccionadas, entre ellas yo.

La escena se desarrolló en el gimnasio. Dieciocho niñas acostadas en el suelo. Yo vestía los shorts del uniforme de deportes. Llegó la hora de las abdominales para fortalecer el bajo vientre. La maestra gritaba enérgica: Uno, dos, tres, cuatro. Estiren bien las rodillas. Cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once. No se detengan. Doce, trece, catorce. La que pare va a tener que iniciar de nuevo. Quince, dieciséis, diecisiete. Muy bien, ¡sigan así! Dieciocho, diecinueve. En el veinte mi audición se redujo como cuando en carretera cambias de altitud intempestivamente. Veintiuno. Veintidós (léanse con un sonido sordo y un suspiro ahogado en medio). Veintitrés y el lugar donde algunas veces había cólicos menstruales se contrajo con un impulso dulce que una triada de segundos después se liberó, dejando a su paso una humedad copiosa en el puente de algodón de mis calzones de púber. Las uñas clavadas en el suelo. Los ojos cerrados. Las rodillas se estiraron fuerte y luego se fueron doblando lento. Los pies en el piso. El ¡Mónica, empieza de cero! La sangre trepó a mi cara. El volumen habitual volvió a mis oídos. Perdí la cuenta de abdominales y me estiré como estrellita de mar sobre las tablas.

Esa mañana en el salón de gimnasia de la secundaria hallé una de las pistas del rumbo que habría de tomar mi vida, y claro, inició mi adicción al abdomen plano.


2.

Me decidí por la literatura erótica porque los libros y el sexo son lo que más me gusta, así que tenerlos juntos me resulta, por decir lo menos, orgásmico. Cualquier mediodía de cualquier época del año me sirvo un café, un tequila o un vodka tónic y me siento frente a la computadora a narrar una fantasía o un recuerdo delicioso. Lo primero que me asombra es la cantidad de universos que pueden crearse en las setenta y ocho teclas de mi ordenador rosa con pantalla retina de once pulgadas, mi pequeño capricho de escritora con pocas manías y una estabilidad mental y emocional inusitada para un artista. El segundo asombro proviene de la vista que miro desde mi ventana: un panorama mitad cielo, mitad síndrome de acumulación compulsiva de edificios, avenidas y jacarandas que es capaz de inspirar hasta al más insensible.

La secuencia acontece, teclazos más, minutos menos, así:

Los personajes, un hombre o una mujer, o tres hombres y una mujer, o dos mujeres y seis hombres, se ubican en un escenario que puede irse transformando conforme avanza el relato; cuando confeccionas una historia hay una gran posibilidad de que adquiera voluntad propia y el sorprendido sea quien se creía, Vicente Huidobro dixit, un pequeño dios.

En la narración de hoy habrá solamente una ella y un él. Ella cierra la puerta de la habitación con seguro. Se acerca a él, que la espera de pie junto a la cama. Se abrazan. Las manos de ambos viajan hacia las nalgas mutuas; los labios hacia los labios del otro. El beso es de lenguota, de esos que hinchan la boca y te dejan como Angelina Jolie. La blusa de ella y la camisa de él se desvanecen. Los torsos desnudos. Braguetas de los pantalones abiertas. De la de ella se escapa un calzón de encajes rosa fuerte; de la de él unos boxers negros de gran resorte con las letras de una marca de ropa cara. Los dedos de él muy abiertos aprietan las tetas de ella; los dedos de ella el pene erguido. Los pantalones se disipan. Él le quita los calzones a ella. Ella le quita los bóxers a él. Él la pone de espaldas, el tórax de ella se inclina hacia la cama, se sostiene con los brazos semiflexionados. Él le acaricia la espalda, el coxis, la cadera. Ase fuerte los costados de ella. Coloca el glande en la vulva. Se introduce lento. Ella cierra los ojos, sonríe leve, la separación de los labios suficiente como para que pueda escabullirse la rebeldía de un gemido.

En plena acción erótica en comunión de mis huellas dactilares en el teclado, las imágenes que se suceden en mi mente, la perspectiva de lo que causará el cuento en quien lo lea, de repente siento un hormigueo en el pubis, percibo un escurrimiento difícil de explicar con palabras en las paredes de mi vagina. Una de las dimensiones de mi mente desea seguir escribiendo hasta la extenuación, pero otra desea levantarme de la silla, encaminarme hacia el sillón de la sala o mi recámara y terminar con los dedos lo que inicié con el cerebro. Si no tengo prisa gana la segunda. Ya bien autoatendida regreso a concluir también lo que dejé iniciado.

Varias veces me han hecho una misma pregunta, dado que los creadores en su mayoría son propensos a consumir sustancias psicotrópicas.


—Mónica, ¿qué te metes para escribir?
—Hombres.

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*La foto es de Juan Carlos Rocha, Séptimo Pecado 🔥

La historia de mis dientes #LibrosQueMeGustan

Ya es #ViernesDeLectura y hoy les recomiendo una novela luminosa y divertida, ilógica y cuerda. Hablo de La historia de mis dientes, de Valeria Luiselli.

La historia de mis dientes cuenta la vida de Gustavo Sánchez Sánchez, alias “Carretera”, autobombrado “el mejor subastador del mundo” y su alucinante paso por la vida con los dientes como pretexto, gloria y desgracia.

La historia de Carretera es tan desfachatada como la manera en que está narrada, como catálogo de anécdotas donde objetos y personas son menos importantes que la narrativa alrededor de ellos: Luiselli eligió nombres de escritores que han ganado becas del Estado como los personajes incidentales de la novela (incluida ella) aunque si el espectador no los ha leído o escuchado, no significan nada.

Con una vuelta de tuerca estilo humor mexicano, ácido, burlón y sorprendente, quien entre en las páginas de esta novela pasará un rato de sonrisas y se quedará al final con la historia vagabundeando por la mente, porque hay libros cuyo desenlace no está en el papel y la tinta entre las manos, sino en la interpretación del lector.

El túnel #LibrosQueMeGustan


Este #ViernesDeLectura voy a recomendarles una novela que me leí en una sobredosis de palabras, imágenes y sensaciones: El túnel, del escritor argentino Ernesto Sabato.

El túnel bien podría ser un manual aplicado para entender a un psicópata. Comienza así: “Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne” y a partir de esta sentencia el protagonista va explicando la razón de su crimen, uno pasional en contra de la mujer que tuvo la mala suerte de coincidir con su mirada y sus obsesiones.

En El túnel las emociones que no experimentan los personajes, las experimenta el lector. Escrita de manera que crea magnetismo entre las páginas y los ojos, a cada palabra la animadversión hacia Juan Pablo Castel crece, y el encanto de conocer la mente de un asesino desde la ficción.

Además, es un libro que hay que leer para ser testigo de la pulcritud para escribir de Sabato, también ensayista, pintor y físico, que trabajó sobre radiaciones atómicas en Francia en el laboratorio Marie Curie.

La vida sexual de Catherine Millet #LibrosQueMeGustan

Catherine Millet es una escritora “seria”, directora de la revista francesa Art Press, que escribió el libro de sexo más escandaloso que he recomendado aquí, incluso quizás el más escandaloso que he leído, no solamente por lo anatómico y explícito de la narrativa, sino porque habla de su propia vida sexual. La obra se llama así: La vida sexual de Catherine M.

La vida sexual de Catherine M se publicó en 2001, se tradujo a 40 idiomas y vendió tres millones de ejemplares. Es sorprendente por la franqueza con que cuenta detalles, perversiones y, lo que a mí más me gustó, porque hace una especie de análisis de sus predilecciones carnales con una lucidez absoluta.

Este libro es un ensayo combinado con la narrativa de sus diversas historias donde el sexo es el protagonista, el de ella y el de sus múltiples compañeros y compañeras, algunos con nombre de apellido, otros recuerdos difusos entre multitudes.

No sé si La vida sexual de Catherine M es un libro valiente o imprudente, lo que sí se es que su calidad literaria y la libertad que propone se agradecen infinitamente, más en esta época en la que parece que todos son angelicales, perfectos y célibes, y quienes no, entonces vivimos como locos, como si el erotismo no nos hiciera más humanos y nos diera un conocimiento más profundo de nosotros mismos. Y como si las industrias sexuales no fueran de las más rentables (doble moral descarada).

“Durante gran parte de mi vida, he fallado en la indeterminación absoluta del placer. En principio, debo conceder que para mí, que he multiplicado los compañeros, ningún desenlace es más cierto que el que busco en solitario.”

Cuentos de amor, de locura y de muerte #LibrosQueMeGustan

Hoy recomendaré un libro que gusta a jóvenes y a adultos: Cuentos de amor, de locura y de muerte, de Horacio Quiroga, el autor uruguayo que convivió de manera intensa con la muerte: mató a su mejor amigo por accidente, perdió a su papá y a su padrastro y su primera esposa se suicidó. Él mismo decidió hacerlo antes de los 60 años.

Cuentos de amor, de locura y de muerte son 15 narraciones de realismo crudo; en ellas igual encontramos amores tormentosos, que mujeres enfermas del cuerpo y el espíritu, que la metáfora de una gallina degollada.

El estilo del autor es crudo, lleva a sus personajes a situaciones límite de una manera feroz y sorprendente; simplemente no tiene ni límites ni caridad ni espacio para el sentimentalismo, y cuando existe esperanza siempre llega algo a destrozarla. Justo como la vida real.

Cuentos de amor, de locura y de muerte es un clásico de la literatura uruguaya y latinoamericana, uno de esos libros que nadie debería dejar de leer.

Tacones, orgasmos y un funeral

¡Mis tres novelas eróticas juntas! Tacones en el armario, Galletitas para un funeral y Tus mujeres de mis orgasmos en el mismo libro. Tres historias llenas de amores y lujuria, en las que exploro temas polémicos como la infidelidad, el amor libre, el poliamor, las relaciones swinger, con personajes fuera de serie que divierten al tiempo que hacen temblar a las buenas conciencias y provoca deleite a los amantes de las aventuras de labios y piel… y de las sonrisas y carcajadas involuntarias.

Tacones en el armario es la historia de Ángela, quien le permite al lector vivir paso a paso con sus tacones de colores el proceso de la infidelidad, no como la víctima que hemos visto durante años, sino como una mujer que transforma el dolor en gozo y de paso obtiene venganza y mucho placer. Es la redención del sexo femenino llevada al extremo con mucho humor, erotismo e inteligencia.

Galletitas para un funeral es un homenaje a todas las formas femeninas de amar. En ella se explora cómo la percepción cambia la experiencia que acumulamos en los recuerdos, cómo una persona puede ser tantas personas, dependiendo del interlocutor.

Tus mujeres de mis orgasmos: La vida de algunas personas es como una película porno con cortes para dormir, comer y trabajar. En Tus mujeres de mis orgasmos, que es libro y experiencia en realidad aumentada, los protagonistas están juntos en un amor adúltero y delicioso; unidos por el placer, regidos por el deseo: la casualidad actuó a favor de su lascivia en común en una noche cualquiera para tomarse de las manos y de todos los espacios de piel disponibles en el cuerpo. Esta novela breve es un diario íntimo hacia las fantasías de Ella mientras Él le hace el amor con la lengua. Mónica Soto Icaza lee al oído la historia más intensa, explícita y erótica que ha escrito para continuar desafiando conceptos como el amor, la monogamia y la libertad.

Si quieres impreso tenerlo entre las manos, lo encuentras aquí:

O si lo prefieres electrónico en Amazon para Kindle, lo encuentras acá:

Grab my pussy! Cuentos eróticos y algunos relatos de sexo explícito

Un genio de lámpara maravillosa, la mujer distraída de un hombre desesperado, el presidente del país más poderoso del orbe, personajes que podrían haber sido robados de la realidad y manipulados a mi antojo en la ficción es lo que encontrarás en las páginas de Grab my pussy!

Me gusta pensar en estos 17 cuentos como en travesuras literarias para recuperar el lado jovial e irreverente del sexo. En ellos rescato la ligereza de espíritu que permanece en el cuerpo después de un orgasmo, con textos en narrativa y prosa poética que buscan la carcajada y el asombro reflejado en comisuras de la boca torcidas o cejas levantadas.

Confieso que al escribir estos relatos el desafío fue permanecer frente al teclado; por eso reto al lector a terminar de leer con las dos manos sobre el papel…

¿Quieres leer algunos escritos del libro? Puedes descargarlos aquí: Grab my pussy! Mónica Soto Icaza. Adelanto.

¿Quieres un ejemplar físico del libro? Te lo mando impreso y dedicado especialmente para ti hasta la puerta de tu casa:

Si quieres leerlo, puedes encontrarlo en Amazon para Kindle aquí:

Tus mujeres de mis orgasmos

La vida de algunas personas es como una película porno con cortes para dormir, comer y trabajar.

En Tus mujeres de mis orgasmos, que es libro y experiencia en realidad aumentada, los protagonistas están juntos en un amor adúltero y delicioso; unidos por el placer, regidos por el deseo: la casualidad actuó a favor de su lascivia en común en una noche cualquiera para tomarse de las manos y de todos los espacios de piel disponibles en el cuerpo.

Esta novela breve es un diario íntimo hacia las fantasías de Ella mientras Él le hace el amor con la lengua.

Para este libro quise no nada más imaginar la historia más intensa, explícita y erótica que he escrito para continuar desafiando conceptos como el amor, la monogamia y la libertad, sino leerla al oído de los lectores, quienes por medio de un código QR podrán acceder a contenido exclusivo: el Video-libro, interpretado por mí, que lo pondrá al filo de las emociones más deliciosas.

Si deseas comprar el libro impreso está disponible aquí:

Si deseas adquirirlo en ebook para Kindle, lo encuentras acá:

Tacones en el armario

En la primavera de 2009 viví una de las épocas más tristes de mi vida: la infidelidad de quien creí el amor de mi vida. Decepcionada, triste y furiosa, me desperté una madrugada con optimismo descontextualizado y empecé a confeccionar una venganza literaria, con dosis precisas entre fantasías y recuerdos y el ánimo explícito de incomodar a aquellos hombres amantes de las mentiras. Porque sí: la literatura es mi manera de reparar las deficiencias del mundo con la ficción.

Tacones en el armario está escrito desde la furia, el descaro, con la desfachatez de quien sabe que no tiene nada que perder. Por eso es erótico, sarcástico, con toques de humor negro e ironía.

Desde que lo publiqué por primera vez, en el 2010, me ha provocado deleite y más deleite; se convirtió en mi libro más vendido, existen de él miles de ejemplares repartidos por los cinco continentes.

La obra, entonces, trascendió a mi propia vida, me enseñó que los momentos defectuosos son temporadas propicias para sembrar sorpresas.

Tacones en el armario es una de mis mejores aventuras, una plagada de risas, lágrimas, incendios y tacones de colores. 

He presentado esta novela más de 40 veces en diversas ciudades de la República Mexicana y en las Ferias de Libro más importantes del país, como Guadalajara, Palacio de Minería, Zócalo de la Ciudad de México, Estado de México, Orizaba, Ciudad Obregón y muchas más.

La portada original es de la pintora mexicana Rigel Herrera y la foto de portada de la edición desvergonzada es del fotógrafo Sinhué Villalobos.

Al final de la novela puedes encontrar los Manifiestos #porunavidasexy.

Si quieres leer un adelanto, lo encuentras aquí:

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Historias de Clítoris 1

Hola, soy el clítoris de Mónica. Me llamo así, Clítoris, porque a ella no le gustan los nombres propios, patronímicos ni diminutivos que algunas personas usan a veces para referirse a los órganos sexuales propios o ajenos. Yo estoy de acuerdo con ella. Alguna vez un señor me dijo “Amiguita” y me costó mucho trabajo vibrar con su lengua. Aunque cada quien, ¿no?

Sé que cuando le preguntan a mi poseedora cuál es la parte favorita de su cuerpo y ella responde “los ojos” o “las piernas”, en realidad está pensando en mí. He sentido cómo me aprieta mientras contesta, como si quisiera disculparse conmigo por ser políticamente correcta. A mí no me interesa lo que responda; a fin de cuentas, cuando estamos a solas o al elegir a un acompañante, su comportamiento es lo menos políticamente correcto. Eso es lo importante.

Me conoció a los once. Era su segunda o tercera menstruación. Mientras lavaba mi casa y los terrenos circundantes se metió el dedo corazón de la mano derecha en la vagina para ver si así lograba que la sangre se terminara más rápido. Como le gustó la sensación decidió introducirlo más adentro… y entonces la palma de su mano invocó el deseo de saber qué más había en esa área al rozarse con mi glande. No le importó que se enfriara el agua: siguió tocándolo todo. Fue así como ahí, en una regadera del segundo piso de una casa de tres recámaras pintada de blanco con columpios en el jardín, Mónica tuvo uno de los más grandes hallazgos de su vida que, como buena materialización de asombro, siempre estuvo en ella misma.

Mónica y yo gozamos impunemente durante varios meses, hasta una fatídica mañana en la clase de Moral. La escuela religiosa en la que la inscribieron sus papás con las intenciones más puras: que los valores familiares fueran reforzados, se encargó de arruinar sus corridas correrías eróticas, porque ahí le dijeron que el onanismo era un pecado, y de los graves. Como ella no deseaba irse al infierno, así, sentada en un pupitre del segundo piso de un centro educativo de tres edificios de ladrillos expuestos y una pista de carreras, la suscrita volvió a enterrarme entre sus piernas durante más años que los que hoy le gusta admitir.

Pero como no hay día que no llegue, ni plazo que no se cumpla, ni lujuriosa que lo soporte, Mónica cumplió 18 años. Sí, tuvo algunos encuentros semieróticos con los seis novios que había tenido, pero ninguno de ellos alcanzó a tocarme; yo esperé paciente el momento porque algo de entretenimiento tuve cuando mi dueña, amante del ejercicio, haciendo abdominales en la clase de educación física tenía orgasmos que no contemplaba como pecados al no ser provocados directamente por ella. ¿Ya ves por qué me cae tan bien?

Decía entonces que mi propietaria cumplió 18. Sus papás le hicieron una fiesta para celebrar la mayoría de edad, con amigos, familia y sí, su sexto novio, quien dicho sea de paso estaba algo frustrado con las continuas negativas de Mónica para irse a la cama, o por lo menos agarrarle algo más que la mano. Se acabó la reunión, familia y amigos se despidieron, los padres se fueron a dormir. Ella le dijo que lo acompañaba a la puerta para despedirlo. Ya ahí, antes de abrirla, se dieron un abrazo en la oscuridad, un beso de película romántica francesa y con las manos metidas en los mutuos jeans reaparecí en escena para no volver a esconderme jamás.

Pero ya luego te contaré de cuando conocí en piel y humedad a otro como yo, porque de tanto hablar de mí a Mónica ya le dieron ganas de saludarme con las yemas de los dedos. Y quién soy yo para hacer caso omiso a esa propuesta imposible de rechazar.


  • Texto publicado originalmente en la revista Vértigo Político en julio de 2020.

Inmaculada o los placeres de la inocencia #LibrosQueMeGustan

Una de las novelas eróticas más poderosas que he leído, este #ViernesDeLectura recomiendo Inmaculada o los placeres de la inocencia, de Juan García Ponce.

Una de las clasificaciones posibles de la literatura erótica es la que se divide en: la escrita por personas calientes, con verdadera vocación y ejercicio de la lujuria en una exploración continua de los límites del sexo, y la que se escribe por moda, imitación o en el afán de vender libros. De cuál de ellas se trata lo percibe el lector en las reacciones que el libro provoca en la piel, en el nivel de excitación y ansias por el orgasmo.

Inmaculada o los placeres de la inocencia es de las primeras. Cuenta la historia de la niñez y la juventud de Inmaculada, un personaje muy peculiar que se deja llevar por el placer sin pensar en consecuencias o complicaciones y huye de quien pretende robarle la libertad. Está narrada, además, con el estilo coloquial y espectacular de Juan García Ponce, uno de mis escritores mexicanos favoritos.

Por ser una novela que provoca gustos culposos y nos recuerda las sensaciones lúbricas y emocionantes de la adolescencia y juventud, Inmaculada o los placeres de la inocencia es mi recomendación en #LibrosQueMeGustan

Mi boca florece como un corte #LibrosQueMeGustan

Este #ViernesDeLectura de mediados de agosto de 2021 recomiendo un libro de 74 páginas y la extensión de un monumento: Mi boca florece como un corte, de la poeta estadounidense Anne Sexton.

Mi boca florece como un corte es una antología de una de las autoras precursoras de la poesía confesional. Sus líneas retoman los temas de las angustias femeninas, la incomprensión del mundo y del amor. Ganadora del premio Pullitzer de poesía en 1967, se atrevió a tratar temas tabú como la masturbación, el suicidio, la menstruación, la infidelidad, con un estilo reflexivo y combatiente al mismo tiempo: “Ella es tan desnuda y singular. Ella es la suma de ti y de tu sueño. Escálala como un monumento, paso a paso. Ella es sólida. En lo que a mí respecta, yo soy una acuarela. Lavable.”

Además, su lírica posee una fuerte carga erótica, siempre en un contexto de plenitud e incertidumbre: “… tan sensual como el amarillo-madre en el estanque, aquella noche que fue nuestra, cuando nuestros cuerpos flotaron y chocaron en agua de luna y las cigarras gritaron como lenguas.”

Este es un libro que requiere diversas relecturas en diferentes momentos de la vida. También es un portal hacia el descubrimiento de la obra de Anne Sexton, una mujer que hizo poesía y belleza de la depresión que sufría, aunque decidió morir a los 45 años. “Poemas y solo poemas me han salvado la vida”.

De ficción y carne y hueso: todos son personajes

Una mujer me mira fijo. Tiene los brazos en jarra y pisa a las integrantes de una línea de hormigas con la punta de sus botas negras de tacón. Es rubia, mide 175 centímetros y su impaciencia nace de mi sordera hacia su historia. Se encuentra de pie en la esquina izquierda de mi imaginación, junto a mis sueños guajiros, mi tolerancia a la frustración y mi propensión hacia el chiste fácil; como sabe que es la próxima en la fila de mis personajes de cuento está casi harta de esperar; es bien sabido que toda espera es más incómoda cuando nos sabemos cerca del final. Está ahí, presionándome, con mal gesto, lo que provoca que no encuentre un sitio dónde colocarla: tengo predilección por la alegría y la susodicha no muestra ni un poco.


Me recrimina como El Padre de Luiggi Pirandello en sus Seis personajes en busca de autor: “… el autor que nos creó vivos, no quiso después, o no pudo, materialmente, colocarnos en el mundo del arte. Y fue una verdadera lástima: ya que quien tiene la ventura de nacer personaje vivo, puede burlarse hasta de la muerte, porque no muere jamás.”


Por eso me gusta pensar en la cantidad de orgasmos que personajes que no recuerdo tienen a diario en mi cabeza, en las parejas seducidas por conversaciones y roces de los que no tengo registro, cuerpos con todas las fisonomías posibles y rostros semejantes a mis objetos de deseo masculinos y femeninos, por supuesto; una de las ventajas de ser la autora es que mis personajes se ven como a mí mejor me place y en mis historias sucede lo que a mí se me antoja que ocurra. Una de las ventajas de ser el lector es que los personajes que descubres se parecen también a tus propios entes de anhelo.


Alguna vez le cambié el nombre al protagonista de una de mis novelas después de conocer en una comida a un señor que se llamaba Andrónico, era alto, de pelo castaño oscuro, ojos enormes, guapo como el hombre de mi libro. ¿Cómo resistir la tentación de nombrar a un inquilino de la ficción con el apellido de alguien que habita la no ficción, sobre todo cuando la descripción que configuraste se ajusta de forma tan perfecta a un perfecto desconocido?


Hace años un director de teatro que pretendía montar la obra de mi Tacones en el armario me presentó a quien haría el rol principal. No podía dejar de mirarla: sencillamente era mucho mejor que la Ángela de mi invención; su estatura, su tono de voz, su sonrisa, su complexión, su falda, sus tacones. Aunque no se realizó el proyecto, para mí ella tomó posesión de mi heroína.


Pasa también que la naturaleza chismosa de un progenitor de artificios se vuelve aliada. Otros paraísos terrenales para descubrir protagonistas y sus historias son aeropuertos, restaurantes donde grupos de señoras organizan desayunos mientras sus vástagos están en la escuela, funerarias, cafeterías de hoteles, supermercados, foros de Facebook. Acostumbro a visitarlos junto con mi libreta de apuntes, como una cazadora de palabras e ideas para llevar. A final de cuentas toda la gente que tiene la buena o la mala suerte de cruzarse en mi camino es susceptible de convertirse en habitante de mis mundos de ficción.


Así que ya sabes, si alguna vez nos encontramos y vivimos un momento de alguna especie de universo paralelo o cotidianidad extraordinaria, no dudes en que te convertiré en personaje de mis historias. Si resultas la estrella o uno secundario o incidental dependerá de la intensidad de nuestra interacción.
Bajo advertencia, no hay engaño.


* Texto originalmente publicado en la revista Vértigo Político.

De letras, vida y lecturas…

Los libros siempre han estado ahí, a mi alcance. Primero de mi apatía, después de mi curiosidad, ahora de mi fascinación. Desde mis primeros recuerdos los libreros llenos de lomos con títulos sugerentes y grosores tan diversos como la humanidad son habitantes de los espacios donde respiro, como cómplices incondicionales de mis locuras.

Los primeros que recuerdo son El nuevo tesoro de la juventud, enciclopedia con 20 tomos gris con rojo que fueron fuente de todos mis trabajos de primaria y secundaria. También Mi primera enciclopedia, de Disney, que leí completa de niña; después de comer agarraba un tomo y me sentaba en la escalera de la entrada de la casa a leerlo de principio a fin; en ella aprendí sobre Beethoven y que no todos los pájaros negros con el pico alargado son cuervos, sino arrendajos.

Me acuerdo de Por quién doblan las campanas, de Hemingway, que me llamaba la atención porque el significado que existía en mi mente de la palabra doblar no tenía nada que ver con campanas, que por naturaleza son de materiales no maleables. De Las tentaciones de San Antonio, de Gustave Flaubert, que mi mamá me leía acostadas en la sala y yo imaginaba con los ojos cerrados. De Mujercitas, de Louisa May Alcott, que me hizo empezar a cuestionarme el papel de las mujeres en la sociedad, y a sospechar que mi historia se saldría de las rayas de los cuadernos. Tenía ocho años.

Otro libro que se fijó en mi memoria fue el de la portada con una niña de gesto irreverente tras las rejas, Motín en el reformatorio, de Jack Thomas, que nunca leí, pero cuyo nombre me resultaba confuso a los diez años; yo creía que la niña se llamaba Motín, lo cual me parecía raro, pero no improbable. De Un instante de optimismo, que era una compilación de fragmentos de la obra de varios autores, donde leí por primera vez a Benedetti, el Poema 20 de Neruda, partes del famoso Un mensaje a García, de Elbert Hubbard, que años después leí completo, y otros más que me hicieron enamorarme de la poesía. Aunque no entendía bien a qué se refería Cortázar con el capítulo siete de Rayuela, no podía dejar de leer. Los libreros estaban llenos de universos, y entonces yo empecé a intuir que más allá de las repisas de madera de mi casa se encontraba un mundo entero de letras sobre papel. Y yo quería explorarlo entero.

Tenía 14 años. Vacaciones. La época no era económicamente propicia para salir de viaje: quienes vivimos en México ese verano de 1994 lo sabemos. Mis padres trabajaban, mis hermanas salían con amigos, yo me aburría sola en casa y lo natural fue ir hacia el librero para ver qué encontraba.

Había un lomo amarillo, ancho, que decía El corazón de piedra verde. No recordaba haberlo visto antes por ahí y el verde era mi color favorito, así que la elección fue sencilla. Lo tomé, le di la vuelta y empecé a leer la contraportada. Era una historia situada en México Tenochtitlan en la época de la Conquista, tema que me interesaba por mi predilección hacia lo prehispánico.

Fui a mi recámara, me recosté en la cama y mis ojos empezaron a recorrer las líneas de sus 827 páginas sin saber que conforme iba devorando los párrafos como alguien que no ha comido en días, también iba trazando las líneas de mi destino. A partir de esa novela escrita por Salvador de Madariaga y publicada por primera vez en 1942 para mí el mundo estrenó colores, sonidos, aromas, texturas y sabores. Desde entonces los libros jamás me han quitado el hambre.

Los libros te cambian la vida. Los libros reconfiguran las ideas. No imponen, invitan. No denotan, transigen. No sólo enseñan, sino que convocan a explorar. Cuando lees es inevitable que cambie la vida a tu alrededor.

No sé si hubiera sido buena abogada, una científica que transformara el rumbo del planeta o una empresaria que aportara miles de empleos a la sociedad, no me interesa: desde la mitad de la segunda década de mi existencia supe que la transitaría con los dedos manchados de tinta y los ojos inundados de letras. Ni un segundo he soñado con que sea de otra manera.

Si quieres leer mis libros, puedes conseguirlos aquí:

La muerte en Venecia #LibrosQueMeGustan

Una novela breve, de intensidad abrasadora, el libro que recomiendo este #ViernesDeLectura, La muerte en Venecia, del escritor alemán Thomas Mann, es uno de mis eróticos favoritos, aunque no está clasificado en ese género.

Gustav von Aschenbach es un escritor de 50 años, aclamado y reconocido por propios y extraños, pero presa de una soledad filosa y melancólica. Decide viajar a Venecia en la búsqueda de su inspiración perdida y lo que encuentra es a Tadzio, un adolescente de 14 años que le roba la paz, el oficio y hasta la cordura.

La narrativa de esta historia es elegante, muy filosófica, plagada de reflexiones acerca de la vida, la creación artística, la poesía. En ella encontramos el contraste entre la decadencia física del hombre y su entorno, contra la elevación del espíritu que supone estar enamorado.

Su tema es algo políticamente incorrecto, y aunque quizás las tribulaciones de un señor maduro que siente deseo por un niño de 14 años es algo que mucha gente no querrá leer, rescato este título por su perfección literaria y por la dolorosa humanidad que confiesa, porque sí: se necesita valentía para reconocerse débil ante los apetitos, y aún así tener la fortaleza para amarlos desde la lejanía.

Tus mujeres de mis orgasmos #autoentrevista

CELOS Y ORGASMOS

Tus mujeres de mis orgasmos surgió de una de mis más significativas contradicciones: la libertad de espíritu y los celos.

Me explico: crecí, como la mayoría de las personas de mi generación, las previas y algunas posteriores, con la idea de que el único esquema de relación era la monogamia: un hombre y una mujer. Más adelante, a los 20 años, gracias a uno de mis mejores amigos de la época, descubrí que también existían las relaciones homosexuales (en mi casa no se hablaba de eso, simplemente no existían) y entonces la visión de la monogamia se expandió a mujer con mujer y hombre con hombre, cada uno con su cada cual. Nada más uno, eso sí.

Desde mi primer novio, a los 14 años, mi constante en las relaciones fue empezar con el siguiente novio mientras aún seguía con el anterior. En esas infidelidades había un enorme componente de placer y satisfacción, pero también uno gigante de culpa, me sentía descompuesta de algo, y esa percepción de ser defectuosa hacía mella en mi autoestima, en mi alegría, en la calidad de mis relaciones, dirigiéndolas más hacia el conflicto, que hacia el gozo. Como eran novios no me parecía tan grave, cuando me casara sería diferente.

Además, no conocía los celos. No en mí.

Los conocí ya casada, al descubrir la primera infidelidad de mi esposo. Debo decir que me lo merecía, al único novio que no le puse el cuerno fue al del kínder, a los demás los reemplacé por otro, incluso a mi exmarido, a una velocidad sorprendente.

Me divorcié por infiel. Desde entonces reconocí que eso de la fidelidad no era lo mío, y no la deseaba más. En ese contexto inicié una relación con un hombre igual a mí.

El detalle fue que de pronto, el saberlo con otras me detonó todas las inseguridades del mundo. Yo era muy feliz cogiendo a diestra y siniestra, pero si él lo hacía, me enojaba; así supe que esa sensación de sudor frío, palpitaciones aceleradas, verborrea mental e insomnio irracional se llamaba celos.

Y yo, la mujer segura de sí misma, dueña de su amor propio, estado de ánimo y destino, se convirtió en lo que juró destruir.

Hasta una tarde, mientras el sujeto de mis celos y suspiros se entretenía con la lengua en mi coño yo exploraba fantasías para potencializar las sensaciones de mi clítoris con la imaginación, y me permití crear en mi cerebro una imagen de él con otra mujer.

El resultado fue un orgasmo extenso, alargado y abismal, y así fue como descubrí que hasta los celos podían ser juguetes, herramientas, dispositivos abstractos para mi placer.

De esos ensueños surgió Tus mujeres de mis orgasmos, y aquí es donde confieso que las historias contadas son ficciones con mucha, pero mucha relación con mis recuerdos y la realidad.

El libro está escrito en segunda persona para ser yo quien te cuenta la historia en dos presentes simultáneos, el de la realidad y el de la fantasía, por eso si escaneas el código QR al inicio de la historia apareceré en tu celular leyéndotela al oído. ¡Viva el placer!

Mónica Soto Icaza


Si quieres leer el libro impreso lo encuentras aquí:

PORTADA TUS MUJERES DE MIS ORGASMOS

Tus mujeres de mis orgasmos

La vida de algunas personas es como una película porno con cortes para dormir, comer y trabajar. En Tus mujeres de mis orgasmos, que es libro y experiencia en realidad aumentada, los protagonistas están juntos en un amor adúltero y delicioso; unidos por el placer, regidos por el deseo: la casualidad actuó a favor de su lascivia en común en una noche cualquiera para tomarse de las manos y de todos los espacios de piel disponibles en el cuerpo. Esta novela breve es un diario íntimo hacia las fantasías de Ella mientras Él le hace el amor con la lengua. Mónica Soto Icaza lee al oído la historia más intensa, explícita y erótica que ha escrito para continuar desafiando conceptos como el amor, la monogamia y la libertad.

190,00 MXN

Si quieres leer el libro en Amazon para Kindle:

https://www.amazon.com.mx/mujeres-orgasmos-M%C3%B3nica-Soto-Icaza-ebook/dp/B08PZB6BG1/

Fotografía del post: Li Oñate

“Una buena confesión”, de Alicia Strathern #autora invitada #escritura creativa

Un sábado a media mañana, Ernestina fue a la catedral a confesarse, aprovechando que andaba de paso por la zona centro comprando churros. Su conciencia pedía a gritos ir con el Padre para encontrar paz interior, pero ella no estaba del todo convencida de querer hacerlo.

Al entrar fue derechito a la fila del confesionario y buscó espacio en alguna banca para sentarse. Había tanta gente formada que incluso pensó en regresar otro día. Pero no. Si ya estaba ahí, ya no había vuelta atrás. Su conciencia no la iba a dejar dormir.

Por fin, tras encontrar un asiento, dejó su alma descansar por un breve momento. Sus ojos se posaron en una manta azul clavada en la pared que sobresalía por sus enormes letras blancas. Imposible pasarlo desapercibido y menos porque contenía las tres claves para lograr una buena confesión:

  1. Hacer examen de conciencia
  2. Arrepentirse
  3. Cumplir la penitencia

Tras leer esas líneas, Ernestina supo que sería una confesión difícil. Sobre todo, por el punto dos. Media hora después de haberse sentado, llegó su turno. Entró al confesionario y se hincó automáticamente. El Padre se asomó por una ventanita para dar inicio al sacramento.

“Ave María purísima.”

“Sin pecado concebida.”

“Dime tus pecados.”

“Pues verá, Padre, acúseme de serle infiel a mi novio con el pensamiento. Resulta que hay un compañero en el trabajo que me gusta un montón y pues… pues… ya ve, la mente cómo vuela. Tuve un sueño donde él y yo hacíamos de todo. Lo que se dice TODO. Pero fue sólo un sueño. Más bien, una pesadilla. O no. Es que sí me gustó.

“Mi otro pecado pasó hace unos días con el señor que entró a mi casa a entregar el garrafón de agua. Siempre me hace el favor de ponerlo en el columpio. Esta última vez hizo un movimiento tal que quedó al descubierto la rayita divisoria de las nalgas y pues… yo me le quedé viendo porque no sabía a dónde más voltear. Está bien formadito el condenado.

“Pero se vale mirar sin agarrar, ¿verdad? No, no se moleste en contestar esa pregunta, Padre. Mejor le cuento otras cosas.

“Hace tres fines de semana me la pasé comiendo pasitas con chocolate todo el día. Y ya que cayó la noche, me comí un pastel de chocolate entero yo solita. Yo no lo consideraría gula. Fue un día de agasajo y a veces el antojo gana, ¿apoco no? No me diga que usted no tiene antojos, no se haga.

“Otro pecado: me he quedado despierta a altas horas de la noche viendo programas de debate político sin entender nada de lo que se está hablando. Espérese, antes de que me diga cualquier cosa: no, no se ha hablado sobre supuestos asuntos de corrupción en la arquidiócesis o cosas así. Quédese usted tranquilo. Mi intención es estar un poco más informada sobre las cosas que pasan en nuestro país. Creo que abrir la mente a otros temas no hace daño.

“¿Sabe qué? No sé a qué vine. No he hecho nada malo y mientras ame al prójimo como a mí misma todo está bien. Y vaya que sí quiero andar por la vida dando amor. Que Dios lo perdone a usted. Buen día.”

Alicia Strathern


*Este es uno de los cuentos concebidos durante la primera generación de mi Taller de Escritura Creativa.

“¡Huevos!”, Marcela Osuna #autorainvitada #escrituracreativa

En el cartón de 18 huevos sólo quedaban Blanquillo y su vecino:

—Adiós, amigo, ha llegado la hora. Serás tú o yo.

—Quizás los dos al mismo tiempo, carnal, ya ves que así se fueron los demás, de a dos en dos. No te me achicopales, para esto nacimos, vamos a cumplir nuestra misión de vida.

Levantaron la mirada, una mano se aproximó y tomó a Blanquillo.

“¡Hey, pérate! ¿A dónde me llevas si la estufa se quedó atrás? ¿Oye, para salir qué no me debes de cocer?¿Qué haces, por qué me metes en este lugar? Está muy oscuro.

“¡Ay, güey! Esto se mueve un buen, tranquila, recuerda que voy aquí adentro, sin cocer soy más frágil.

“¡Huy, no! Se reduce mi espacio, este libro se me está pegando mucho, hazte a un lado, cabrón, no quiero terminar revuelto con un labial, un rubor, una brocha, Kleenex, dos plumas, unos chicles, monedas y aplastado mi hermoso ovalado cuerpo por La peste, de Camus… pa´ peste la que voy armar si me olvidan aquí.

“Vaya, por fin esto dejó de moverse.

“Allá afuera huele a incienso, alcanzo a escuchar algo como rezos, a ver, silencio todos, déjenme escuchar:”

—Hola, Marianita, qué bueno que llegaste temprano, puedes quitarte tu ropa atrás del biombo, cuando estés lista te paras al centro del triángulo de sal que tracé en el piso.

—¿Me tengo que quitar todo, Don?

—Para que sea efectiva, así debe ser. ¿Traes el huevo?

“Por fin me va a sacar, ahora sí, alimentaré a un ser humano, qué labor tan digna la mía.

“Qué pedo con este tipo disfrazado de rey mago… oye, por qué me embarras en… bueno está bien, síguele. Estas montañitas están a toda madre de suavecitas, son como dos pastelitos esponjocitos con cerecitas duritas pero cafecitas, ¡no pinches mames!, ya sé dónde estoy, qué suerte me cargo, mi compadre no me lo va a creer.

“¿Ahora vamos a?, mmm huele a perfumito, este cuello está deli, jiji, me da cosquillas tanto pelo, ¡ah, caray! No me bajes tan rápido que me mareo, ¿neta para allá? Mi rey… ya no te tardes tanto aquí, no vaya a ser que se le salga un pedo.

“Qué pex, por qué te agachas, no manches, no manches, ay, no manches, qué asco, iu, por ahí no…

“Pinche rey mago, debería ser yo el que roza la piel, tus dedos no me están dejando sentir nada, güey.

“Huy, la Marianita se movió y casi me tira. Tan interesante que estaba.”

—¡Esto no es una limpia! Deme el huevo.

“Ups, creo que voy a volar…”

—¡Huevos, imbécil!

“¡No friegues! Ahí te voy, pinche rey mago, directito a tu jeta.

“Buen tino que tuvo la Marianita.”

Marcela Osuna


*Este es uno de los cuentos concebidos en la primera generación de mi Taller de escritura creativa. Fue publicado con autorización de la autora, a quien le agradezco profundamente.

Las batallas en el desierto #LibrosQueMeGustan

Uno de los libros más famosos y entrañables de la literatura mexicana, este #ViernesDeLectura recomiendo Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco, una historia de ternura, amores imposibles, corrupción, infelicidad. De cambios inevitables.

Escrita con una prosa seductora,  estilo inconfundible de su autor, cuenta la historia de Carlos, un niño del México de la posguerra, quien se enamora de Mariana, la madre de su amigo Jim, una mujer que al ser madre soltera es acusada de “dudosa moral”.

Las batallas en el desierto trata la corrupción política y social de México, además de entrar en el caos de los padres del protagonista, preocupados por el futuro y la suerte de su vástago, presa de un amor imposible hacia la peor fémina posible, que lo ven como la víctima de un accidente potencialmente mortal.

Esta obra de José Emilio Pacheco es  el relato sin melancolía de una Ciudad de México despiadada, pero en la que son posibles aún las leyendas de amor, aunque sean utópicas y estén condenadas al olvido.

Conquistar con estilo

Bienquisto (de buena fama y generalmente estimado) lector,

Es bien sabido que en el juego del amor y la seducción la palabra es núcleo y espina dorsal; creadora de alacridad (alegría y presteza del ánimo para hacer algo) o andróminas (embustes, enredos). Por eso en esta ocasión es de mi apetencia compartir con usted este breve glosario de vocablos para fascinar con estilo y elocuencia a la persona blanco de sus diligencias erubescentes (que se pone rojo o que se sonroja).

Esta ineluctable (dicho de una cosa: contra lo cual no puede lucharse) historia de amor comienza en una de las horas más románticas de la noche: el conticinio, cuando todo está en silencio, la piel dispuesta a ser territorio para las yemas de los dedos y los ojos se convierten en naifes (diamante de calidad superior) fúlgidos (brillante, resplandeciente).

Los personajes son Ella y Él. La situación un sueño estuoso (caluroso, ardiente, como encendido o abrasado). No sabemos quién de los dos fantasea.

En un extremo de la banca de un parque está Ella: labios rusientes (que se pone rojo o candente con el fuego), epidermis ebúrnea (parecida al marfil), aladar (mechón de pelo que cae sobre una de las sienes) que cubre una mirada godible (alegre, placentera).

En la otra orilla de la misma banca está Él: jarifo (rozagante, vistoso, bien compuesto o adornado), cabello ubérrimo (muy abundante y fértil) y sonrisa leda (alegre, contenta, plácida).

Cada uno lee, atrapado en las páginas de su respectivo libro (o tal vez en las pantallas de sus teléfonos, pero esto es ficción y soy dueña de mis licencias poéticas).

Como si el árbol detrás de la banca hubiera sido sembrado justo en ese sitio para este preciso instante, el desprendimiento de una rama con su respectivo estruendo provoca que las pupilas de nuestros protagonistas converjan: Deliquio (éxtasis, arrobamiento), lampo (resplandor o brillo pronto y fugaz, como el del relámpago), amatividad (instinto del amor sexual); una certeza inefable (que no se puede explicar con palabras) del inicio de una mirífica (admirable, maravillosa) coincidencia.

El “hola” que obtiene respuesta indica un romance agible (factible o hacedero). Sus manos desean invocar a la decencia, pero la boca del uno y la lengua de la otra ignoran las formas y se dejan llevar por la salacidad (inclinación vehemente a la lascivia).

Ahí, parados sobre la tierra de este opimo (rico, fértil abundante) parque de ensueño sucede un liento (húmedo) beso que continúa en una habitación extraña inundada de sonidos gemebundos (que gime profundamente) y movimientos titilantes (agitarse con ligero temblor).

Minutos lautos (ricos, espléndidos, opulentos), en los que ellos luden (frotan, estregan, rozan algo con otra cosa) en una venusta (hermosa y agraciada) danza de mador (ligera humedad que cubre la superficie del cuerpo, sin llegar a ser verdadero sudor), digna de prosternarse (arrodillarse o inclinarse por respeto) y anotar en la bitácora coruscante (que brilla) de utopías a ras de alcoba.

El despertador interrumpe a quien sueña justo en el momento en que el sol dibuja el contorno de las montañas. El quillotro (amorío, enamoramiento) se ha esfumado, pero quedan en su cuerpo algunas escurrimbres (últimas gotas de un líquido que se ha quedado en una vasija) inolvidables.

*(Significados del Diccionario de la Real Academia Española).


Columna originalmente publicada en la revista Vértigo Político.

Mientras escribo #LibrosQueMeGustan

Llegué al libro que les recomiendo hoy buscando alguna respuesta a una angustia de novelista que no lograba desentrañar para terminar la historia que estoy escribiendo, y lo que encontré fue un libro que desde las primeras páginas se convirtió ya en uno de mis favoritos: Mientras escribo, de Stephen King.

Mientras escribo es la autobiografía novelada y manual de escritura de Stephen King. Escrito con el sentido del humor, la ironía y la vasta imaginación, estilo inconfundible del autor, es un viaje de inmersión hacia su mente, su proceso creativo, los golpes afortunados y desafortunados de suerte en su trayecto a convertirse en autor referente de la literatura de terror, fantástica y ciencia ficción.

Por otro lado, también es un cúmulo de consejos de escritura directos de su experiencia, desde la infancia con Dave, su hermano y cómplice, pasando por su etapa de adicciones a alcohol y drogas, y la redención al lado de su principal lectora, secuaz y esposa Tabitha.

Mientras escribo es el libro perfecto para quien busca leer una historia humana y extraordinaria, para quien necesita algún norte al crear sus propias ficciones y, sobre todo, para curiosos irredentos de la vida y obra de un creador tan prolífico como Stephen King.

La peor señora del mundo #LibrosQueMeGustan

Este #ViernesDeLectura en #DíaDelNiño quiero recomendar el cuento que más he leído con mis niños y que nos ha provocado infinidad de carcajadas: La peor señora del mundo, de Francisco Hinojosa.

Esta señora mala, malísima, vivía con sus cinco hijos al norte de Turambul. Era tan mala que ni las hormigas pasaban cerca de su casa, le pegaba a sus hijos cuando reprobaban, pero también cuando sacaban diez y pellizcaba a todo aquel que se atreviera a coincidir con ella en la calle.

Cansados de su maldad, los demás habitantes del pueblo ejecutan diversas estrategias para hacerla cambiar, todas un fracaso, hasta que al más viejo se le ocurre la táctica sorprendente con la que consiguen engañarla para poder vivir en paz… y hasta convertirla involuntariamente al bien (claro, sin que ella esté enterada).

La peor señora del mundo es una historia divertida y llena de sorpresas, narrada de una manera tan encantadora que es imposible soltarla. El libro fue publicado en 1992 y sigue haciendo gozar a niños y adultos que aman la ironía, lo políticamente incorrecto y los finales felices.

Con decirles que lo he leído junto con mis hijos unas cincuenta veces…

La metamorfosis #LibrosQueMeGustan

Una de las anécdotas más famosas de la literatura y objeto de las más diversas y alocadas interpretaciones, este #ViernesDeLectura recomiendo La metamorfosis, de Franz Kafka.

Una mañana Gregorio Samsa despierta. En vez de levantarse temprano, como todos los días, para tomar el tren a tiempo, como siempre, se sorprende: se le ha hecho tarde. Al impulsar el cuerpo para alcanzar la horizontal descubre que ha perdido agilidad, algo de claridad mental y que sus múltiples patitas, frágiles, cortas, moviéndose cada una en una dirección distinta y vueltas hacia el techo, son inútiles para lograr su objetivo de ponerse de pie. Eso sin contar la espalda: pesada, curva, colocada dolorosa e incómoda sobre el colchón.

Con su literatura Kafka torció las cotidianidades. Rebelde, enamoradizo, de salud frágil, creó una obra de múltiples lecturas y dimensiones. En apariencia simples, sus historias apelan a ser completadas con la imaginación del lector, que verá en ellas fantasía o pesadillas.

La metamorfosis es, a mi entender, una crítica a la deshumanización del trabajo, donde somos útiles mientras nos alineemos, y reemplazables al desaparecer o no convenir a ajenos intereses.

Es un libro que hay que leer con un antiemético a un lado y al otro lado el regocijo de compartir algunas horas con páginas imperecederas, de las más geniales escritas en el siglo XX.

Arráncame la vida #LibrosQueMeGustan

Una de las más célebres novelas de la literatura mexicana del siglo XX, y uno de los libros que más gocé en la adolescencia, este #ViernesDeLectura recomiendo Arráncame la vida, de Ángeles Mastretta.

Arráncame la vida sucede alrededor de 1950, una época en la que poder y rectitud distaban mucho de ser sinónimos y cuando la voz de las mujeres era un cero a la izquierda. Entonces aparece Catalina, la protagonista, quien desde muy joven manifiesta fuerza, alegría, seguridad y decide enfrentar el arrepentimiento por haberse casado con Andrés Ascencio –un político corrupto, prepotente y asesino– utilizando la energía del erotismo, que explora y lleva hasta las últimas consecuencias en su búsqueda de la felicidad.

El estilo de esta novela es ligero, agradable, con toques de ironía, sarcasmo y comedia. Es el drama de un país en manos del machismo, pero con destellos de esperanza para una vida más equitativa para todos.

Y, para mí, también es un homenaje a todas aquellas Catalinas que con su coraje, valentía y sentido de la justicia fueron y han ido configurando una mejor realidad para las mujeres de este país.

Somoza #LibrosQueMeGustan

Mucho se ha hablado de Anastasio Somoza Debayle, el dictador nicaragüense responsable de tanta represión y sangre, pero en el libro que recomiendo hoy, Somoza, de Ligia Urroz, vemos a un “Tachito” humano, cariñoso, desde la visión de una niña de once años que lo admira y aprecia.

La obra no es una biografía novelada del personaje ni un tratado histórico sobre aquella época en Nicaragua, sino una combinación de ficción y no ficción con algunas conversaciones, lecturas, programas de televisión y sobre todo, el testimonio que hace la autora desde la perspectiva que vivió de los hechos como punto de partida y destino.

Es un libro de fragmentos, empieza con las recreaciones de la conspiración para asesinarlo y el operativo en el que lo ejecutaron, para continuar con los recuerdos de la autora, quien lo conoció viendo películas en la casa o dando paseos por la playa y experimentó incomprensión y disonancia cognitiva: ¿cómo comprender que ese mismo señor amable con el que un día comiste chocolates, puede ser el mismo que provocó la muerte de tantas personas?

El baile #LibrosQueMeGustan

Situado en París a principios del siglo XX, El baile, de Irène Némirovzky, es un festín de emociones desbocadas. Ira, resentimiento, esperanza, frustración,  danzan entrelazadas en una historia breve en páginas, pero exquisita en estructura, descripción de las situaciones y un nudo asombroso, de esos que resultan sorprendentes en sí mismos.

Los Kempf: señor, señora e hija, se mudan a un piso suntuoso y caro, gracias al reciente éxito económico del hombre de la casa, quien pasa de portero del banco, a acaudalado inversionista en un golpe de suerte. Para encajar en el nuevo estatus social y encontrar más clientes deciden organizar un baile. Su hija no se siente entusiasmada por la idea, los intentos de la madre por educarla como a una señorita adecuada para la sociedad en la que ahora viven, las ha convertido en una especie de enemigas… y el baile es la situación perfecta para consumar una venganza adolescente.

Irène Némirovzky, la autora, nació en Ucrania, vivió en París, fue deportada por su origen judío, aunque se había convertido al catolicismo, y murió en Auschwitz durante la segunda guerra mundial. Fue políglota, muy reconocida en su tiempo, creadora que hay que conocer.

100 Noches #LibrosQueMeGustan

Una novela de promiscuidad, mentiras y secretos a voces, el libro que recomiendo hoy es 100 noches, de Luisgé Martín, premio Herralde de novela 2020.

Tomando como pretexto la obsesión de un millonario por saber si la gente que se dice fiel lo es en realidad, 100 noches habla de verdades incómodas respecto al sexo, las relaciones amorosas y un crimen por resolver.

La protagonista, Irene, es una mujer que, como el gato del dicho popular, se pone en riesgo para satisfacer su curiosidad y llegar hasta el fondo de las cosas, mientras diversos hombres llegan hasta el fondo de ella.

Luisgé Martín creó una narración desenfadada, de gran tensión erótica y emotiva; un thriller húmedo de pasiones y perversiones con expedientes de adulterios, fuertes confesiones y un sentido del humor algo oscuro que hace de este libro una experiencia digna de leer.

Páradais #LibrosQueMeGustan

Fernanda Melchor es, para mí, la mejor escritora mexicana de los últimos años, por eso en cuanto salió su nuevo libro, Páradais, me dispuse a leerlo.

Páradais es breve, de brutal densidad. No es una obra amable. Cuenta la historia de Polo, un adolescente que trabaja como jardinero en un conjunto residencial veracruzano, donde coincide con Franco, otro adolescente, nieto de una pareja de residentes del fraccionamiento. Los une la miseria, económica de uno, emocional y familiar de ambos, la violencia con que ambos han sido tratados y las fantasías eróticas de Franco contra la señora Marián, la nueva vecina.

Páradais está narrada para que el lector no tenga un respiro. Su estructura te impide soltar el libro para ir al baño o servirte un vaso de agua. Al empezar a leer caes en las garras de la autora que creó una novela con la precisión del cuento. No es fácil encontrar un libro en el que no sobre ni falte una palabra, una idea, una imagen, un personaje, y por eso leerlo resulta un placer y un martirio al mismo tiempo.

Tanto así que confieso que la noche correspondiente al día en que lo leí soñé con Polo, Marian y Franco, y eso es algo que no me sucedía desde el Raskólnikov de Dostoievski.

La vida mentirosa de los adultos #LibrosQueMeGustan

A pesar de que Elena Ferrante, la autora del libro que recomiendo hoy, publicó la saga Dos amigas, que ha vendido más de treinta millones de ejemplares en todo el mundo, confieso que yo no la había leído. No recuerdo cómo llegué a ella, pero desde las primeras páginas de La vida mentirosa de los adultos quedé cautivada.

La vida mentirosa de los adultos narra la vida, pensamientos, desaciertos, motivaciones y venganzas de Giovanna, una adolescente de 12 años que escucha a sus padres platicar accidentalmente y descubre que su papá, quien la consintió siempre, la considera fea, o no precisamente fea, pero parecida a la hermana que tanto odia: la perversa tía Vittoria.

Este es el punto de partida para la historia, que sucede entre los 12 y los 16 años de Giovanna, en los que pasa de ser una niña dulce, acomedida y vestida según lo que se espera de su edad, posición social y reputación, a una mujer rebelde, sexy, que desafía a los adultos por el puro placer de llevarles la contraria, aunque a veces esa rebeldía le juegue en contra.

La vida mentirosa de los adultos es una historia de decepciones y descubrimientos. Narrada de manera fascinante y aterradora al mismo tiempo, es a fin de cuentas el reflejo de las emociones que suceden en la mente, el cuerpo y las emociones de un adolescente que descubre las imperfecciones del padre y la madre, de las que no tiene la culpa y aún así sufre intensamente las consecuencias.

Supongo que nos resulta atrayente leer historias así, porque a fin de cuentas todos los adultos somos adolescentes que sobrevivieron los embistes de aquella época de descubrimientos, desengaños y recuerdos dignos de contar.

Y eso fue lo que pasó #LibrosQueMeGustan

Escrito casi sin comas, sin división en capítulos, como un desahogo brutal de los que liberan el alma, el libro que recomiendo este #ViernesDeLectura es el que más me ha emocionado en los últimos tiempos: Y eso fue lo que pasó, de Natalia Ginzburg.

Y eso fue lo que pasó inicia con una mujer contando que le metió una bala entre las cejas a su marido. De ahí la autora juega con el lector en la narración simultánea de los recuerdos que la llevaron al asesinato del esposo y lo que ocurre en la mente de la protagonista después de pegarle el tiro, todo escrito en pasado con un lenguaje en el que la inocencia y el cinismo se rozan constantemente. Es una asesina que no es una asesina, sino una mujer dolida que ha llegado a su límite.

Está escrita para ser leída de una sentada. Sus 96 páginas se deslizan casi involuntariamente por los movimientos oculares y las sustancias que segrega el cuerpo con las emociones profundas. Es universal y particular al mismo tiempo.

En el prólogo Italo Calvino refirió: “Durante generaciones y generaciones lo único que han hecho las mujeres de la tierra ha sido esperar y sufrir. Esperaban que alguien las amara, se casara con ellas, las convirtiera en madres, las traicionara. Y lo mismo sucedía con sus protagonistas.” En esta historia Natalia Ginzburg lleva ese sufrimiento a otro nivel para demostrar que las palabras en su propia introducción al libro son ciertas: “Me gustaría añadir aquí que a veces nos vemos inclinados a escribir no sólo libros que nos gustan mucho, sino también otros que no nos gustan en absoluto.”

Los secretos de las brujas de Salem #LibrosQueMeGustan

Miedo a lo diferente, sensación de amenaza ante lo desconocido, pero sobre todo, terror a la independencia femenina, son los temas centrales que hay detrás de las narraciones del libro que les recomiendo hoy: Los secretos de las brujas de Salem, de Guadalupe Vera, Maru Diéguez, Gaby Trejo Rodea y Sara Jiménez.

Los secretos de las brujas de Salem es una serie de relatos que cuentan, en primera o en tercera persona, las historias de aquellas mujeres (y algunos hombres) que fueron llevadas a la horca acusadas de brujería principalmente por las llamadas “niñas afligidas”, que, ya fuera por revancha, animadversión o para sostener una serie de mentiras, buscaron deshacerse de aquellos quienes las intimidaban.

Los veinte testimonios inmortalizados en esta obra dan cuenta del cuidado que debemos tener ante el fanatismo, el temor irracional, la intolerancia: los asesinos más dolorosos, y también los más inútiles.

Al mismo tiempo nos recuerda el poder que habita dentro de nosotras. A pesar de haber sido perseguidas, incomprendidas y maltratadas durante siglos, seguimos conjurando nuestra fuerza interior para vivir con libertad… y compartir con otras esa libertad.

“Somos las brujas. Las hechiceras. Las mujeres dormidas que despiertan, las que sanan y bendicen a todas las mujeres que antes de ellas las forzaban a olvidar.

“Somos las nuevas brujas, las de siempre. Las mujeres que deben a su pasado arrullar. Ombligos de galaxias que caminan y saben enseñar”.

Guadalupe Vera

Cuídame de ti #LibrosQueMeGustan

Una novela que sucede entre la introspección y el pasón de adrenalina, este #ViernesDeLectura les recomiendo Cuídame de ti, de mi tocaya y mujer que admiro profundamente, Mónica Salmón.

Cuídame de ti es la anécdota de una casualidad en la que convergen Sofía, una psicóloga con la fantasía erótica de escribir una novela de sexo, y Nadia, quien ha vivido la narración que Sofía puede contar: desenfreno, amores adúlteros, violencia, regocijo carnal. En sus múltiples encuentros en una cafetería, las certidumbres de ambas se ven trastocadas por el descubrimiento de las grandes diferencias que pueden encontrarse en otra persona con anhelos tan similares al mismo tiempo.

Basada en hechos reales, Cuídame de ti está escrita de manera intensa como las protagonistas, con una carga erótica sugestiva y elegante y dos voces que nos hacen recordar que debajo del maquillaje, las pupilas y las sonrisas habitan miedos, dolores, agasajos, belleza y aquello que hace de cada individuo alguien único, porque definitivamente únicas son también todas las historias, por más dolorosas que sean.

Selección de relatos de horror #LibrosQueMeGustan

Este #ViernesDeLectura navideño recomendaré un libro entretenido e inquietante, de esos que arrancan a los lectores de la realidad por horas y los lleva a universos fantásticos de deliciosa ansiedad: Selección de relatos de horror, de Edgar Allan Poe, de Plutón Ediciones.

Esta selección contiene cuentos como “Los crímenes de la calle Morgue”, “El escarabajo de oro”; mi favorito por su combinación entre misterio y erotismo: “La máscara de la muerte roja”; y por supuesto, el famoso poema “El cuervo”, entre otros.

Los cuentos de Edgar Allan poe son narraciones de un estilo muy definido, que envuelven en ambientes, personajes y anécdotas de manera que atrapan desde las primeras palabras. Son tan intensos y se convirtieron en clásicos porque no hay nada más espeluznante que el terror que un ser humano puede provocar a otro, y en contar esas historias Allan Poe fue el gran maestro.

Ligeros libertinajes sabáticos #LibrosQueMeGustan

Un libro erótico peso completo: sexy, sugerente, irónico, asombroso, divertido, este #ViernesDeLectura recomiendo Ligeros libertinajes sabáticos, de Mercedes Abad.

Ganadores del VIII premio La sonrisa vertical, estos diez cuentos son un deleite para las fantasías sexuales y la imaginación. Sin caer en la pedantería intelectual y con un roce preciso con la vulgaridad, los relatos de Mercedes Abad son inteligentes, con frases encantadoras y humedecedoras, como “Jadea, amor mío, jadea telefónicamente tu deseo de mí”, e historias que igual combinan la comida y el conflicto existencial, como Una mujer sorprendente y Ese autismo tuyo tan peligroso, mi favorito.

Si quieres pasar un fin de semana con una lectura ligera, pero inolvidable, entonces tienes que leer Ligeros libertinajes sabáticos, estoy segura de que se convertirá en una de tus aventuras erótico-literarias favoritas.

Marcados #LibrosQueMeGustan

¿Qué sucede en las emociones de una persona cuando decide marcarse la piel? ¿Qué ocurre en la mente de quien es testigo de esas marcas? La novela que les recomiendo hoy, Marcados, de Guadalupe Vera García, es una historia que habla de secuestro, minorías, racismo, discriminación, de tatuajes como huellas que marcaron la vida, el corazón y, por consecuencia, el cuerpo. De las marcas como supervivencia.

Marcados es un libro descriptivo, tanto del fondo como de la forma, escrito con mucha pasión, que provoca esa misma sensación en los lectores. La narrativa de Guadalupe Vera García es impecable, en ella no falta ni sobra nada. No es un libro rápido de leer ni fácil, sino testimonio de la complejidad de la vida y de cómo el ser humano intenta explicarse cada situación para satisfacer la necesidad de comprenderse para continuar.

Algo muy valioso de esta historia es que no volverás a ver un tatuaje de la misma manera, porque a final de cuentas, detrás de cada marca hay un motivo, y ese motivo es tan trascendente que se queda hasta en la piel, aunque también haya huellas en el alma, la psique y el corazón.

Recuerda que a pesar del sufrimiento y las marcas, las razones para vivir son mucho más importantes, y por eso lo recomiendo en este #ViernesDeLectura.

Tus mujeres de mis orgasmos

¡Tengo libro nuevo! Y está fuera de serie (por lo menos para mí), porque jamás había escrito algo tan libre, tan sexoso, tan quiebralímites.

Tus mujeres de mis orgasmos: La vida de algunas personas es como una película porno con cortes para dormir, comer y trabajar.

En Tus mujeres de mis orgasmos, que es libro y experiencia en realidad aumentada, los protagonistas están juntos en un amor adúltero y delicioso; unidos por el placer, regidos por el deseo: la casualidad actuó a favor de su lascivia en común en una noche cualquiera para tomarse de las manos y de todos los espacios de piel disponibles en el cuerpo.

Esta novela breve es un diario íntimo hacia las fantasías de Ella mientras Él le hace el amor con la lengua.

Para este libro quise no nada más imaginar la historia más intensa, explícita y erótica que he escrito para continuar desafiando conceptos como el amor, la monogamia y la libertad, sino leerla al oído de los lectores, quienes por medio de un código QR podrán acceder a contenido exclusivo: el Video-libro, interpretado por mí, que lo pondrá al filo de las emociones más deliciosas.

Próximamente estará disponible: el 15 de diciembre cumplo 41 años y ese día lo lanzaré de manera oficial, con toda la emoción, la alegría y las carcajadas por compartir.

Si quieres este libro impreso, lo puedes adquirir aquí:

Tus mujeres de mis orgasmos

Tus mujeres de mis orgasmos: La vida de algunas personas es como una película porno con cortes para dormir, comer y trabajar. En Tus mujeres de mis orgasmos, que es libro y experiencia en realidad aumentada, los protagonistas están juntos en un amor adúltero y delicioso; unidos por el placer, regidos por el deseo: la casualidad actuó a favor de su lascivia en común en una noche cualquiera para tomarse de las manos y de todos los espacios de piel disponibles en el cuerpo. Esta novela breve es un diario íntimo hacia las fantasías de Ella mientras Él le hace el amor con la lengua. Mónica Soto Icaza lee al oído la historia más intensa, explícita y erótica que ha escrito para continuar desafiando conceptos como el amor, la monogamia y la libertad.

190,00 MXN

O si lo prefieres electrónico para Kindle, lo encuentras aquí:

Tus mujeres de mis orgasmos eBook: https://www.amazon.com.mx/mujeres-orgasmos-M%C3%B3nica-Soto-Icaza-ebook/dp/B08PZB6BG1/Soto Icaza, Mónica: Amazon.com.mx: Tienda Kindle

Fenalem #LibrosQueMeGustan

Este #ViernesDeLectura no recomendaré un solo libro, sino un lugar virtual en el que habrá cientos de libros: la Fenalem.

La cancelación de la FIL de Guadalajara en su formato presencial trajo especial frustración para los escritores y escritoras menos visibles de México. Es por esto que un grupo de valientes y entusiastas escritoras, conformado por Guadalupe Vera García, Magdalena Pérez Selvas, Patricia Bermúdez, Carla Cejudo, Julia Cuéllar, Elsa D. Solórzano, Kiara Fernández, Jazmín García Vázquez, Mayahuel Zárate, Fanny Morán, Camelia Rosío Moreno, Alejandra R. Montelongo, Maru San Martín, Perla Santos y Marisol Vega respondió a la inquietud de la fundadora de Escritoras Mexicanas, Cristina Liceaga y así, con pura voluntad, amor al arte y determinación, dieron forma a la primera Feria nacional de libro de Escritoras Mexicanas, que será del 8 al 11 de diciembre de manera virtual a través de la página de Facebook de Escritoras Mexicanas: EscritorasMx | Facebook

El objetivo de la feria es hacer visible la literatura escrita por mujeres, y vaya que será así: durante tres días, de las 11 de la mañana a las 9 de la noche, la red será tomada por más de cien escritoras de todo el territorio nacional, Norte, Bajío, Centro y Sur estarán representados, además de autoras que viven en el extranjero y en lenguas originarias. También habrá talleres literarios.

Así que ya sabes, nos quisieron convencer de que “mujeres juntas, ni difuntas”, y hoy una vez más mujeres talentosas, sororas y con amor por compartir provocan un evento sin precedentes que estoy segura será un éxito y se convertirá en uno de los más importantes del año: una celebración de la palabra a través de novelas, ensayos, antologías, microficciones, poesía y cuentos.

Fenalem:

Transmisión en vivo desde el canal de Facebook: EscritorasMx | Facebook

La obra de las autoras estará a la venta en Escritoras Mexicanas – Proyecto cultural para la difusión de la obra de escritoras mexicanas de todas las épocas y en escritorasmx@gmail.com

Las actividades quedarán grabadas en la cuenta de YouTube @EscritorasMx

Fecha: 8 al 11 de diciembre de 2020

Horario: 11 am a 21 pm

Encuentra más información en: Escritoras Mexicanas – Proyecto cultural para la difusión de la obra de escritoras mexicanas de todas las épocas


Y ya que estamos en esto, te invito a la participación que tendré en la Fenalem, el 10 de diciembre a las 8 de la noche:

Plagio #LibrosQueMeGustan

El mundo editorial, con su naturaleza de lobo con piel de oveja, esconde entre líneas las pasiones más sublimes y las perversiones más oscuras del ser humano. Y los seres humanos amamos las historias.

Una de ellas, la del libro que recomiendo hoy, fue recordatorio de por qué me gusta leer: Plagio, de Héctor Aguilar Camín.

Plagio es una novela divertida, altamente disfrutable, que utiliza las múltiples licencias que posee la ficción para hablar de esos temas difíciles que generan antipatías o fans irredentos.

Es la historia de un escritor, sus filias, fobias, aciertos y errores dentro de un universo –el del poder, los compromisos políticos, la falsa modestia– y cómo a final de cuentas los celos intelectuales y carnales pueden destruir todo aquello por lo que se ha luchado, sin importar a quien se arrastre entre las extremidades inferiores.

Con ironía, humor negro y sarcasmo en cada una de sus páginas, esta novela ligera, muy bien escrita y con una estructura cuya simpleza esconde una complejidad extraordinaria es mi recomendación de este #ViernesDeLectura.

Casas vacías #librosquemegustan

Un libro de perspectivas, de angustias con diferentes caras, de culpas provocadas por el aprendizaje de múltiples costumbres fallidas (entre, estoy segura, varias interpretaciones más), es lo que encontré en el título que les recomiendo hoy: Casas vacías, de Brenda Navarro.

Con una narrativa a dos voces, con dos estilos diferentes de contar, decidir y experimentar la pérdida, las protagonistas de esta novela se enfrentan desde su realidad a la desaparición del niño amado, que en los brazos de cada una de ellas adquiere un nombre distinto.

Casas vacías es duro, bien escrito, con alta dosis emocional que aprieta los puños y afloja las lágrimas. Trata uno de los temas más dolorosos de la realidad actual mexicana: la desaparición de menores. Le da rostro y palabras a las cotidianidades detrás de los carteles de niños desaparecidos que proliferan en paredes, postes y redes sociales, pero no nada más desde la perspectiva de la madre atribulada que se descuida un segundo y pierde a su hijo, sino también de la persona que decide llevárselo aprovechando ese descuido.

Casas vacías es uno de esos libros que lees con la esperanza de que algún día esas anécdotas sean parte del pasado, fragmentos de ficción.

La sombra del viento #LibrosQueMeGustan

Una novela policíaca, de misterios, pero también de locura y amor, La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón es el libro que recomiendo en este #ViernesDeLectura.

Situada en Barcelona en la primera mitad del siglo XX, la anécdota gira en torno a Daniel Sempere, un niño huérfano de madre al que un buen día su padre lleva a conocer el Cementerio de los Libros Olvidados, un laberinto plagado de libros en el que Daniel converge casualmente con un tomo extraño: La sombra del viento, de Julián Carax, un autor desconocido.

Daniel lee la novela de Carax y queda fascinado. Con curiosidad infantil comienza entonces a indagar sobre el autor, a buscar más títulos escritos por él y así se abre en su mundo una historia de traiciones, intrigas, muertes, amores imposibles y secretos que ponen en riesgo su lucidez y su vida.

Escrita de manera magistral con una estructura impecable, a las 575 páginas de este tomo no le falta ni le sobra nada. Para mí esa es la característica más sobresaliente de la novela: en ella no hay cabos sueltos ni personajes casuales; los objetos y la ciudad adquieren vida propia y también influyen en el destino de los protagonistas.

Es una historia para recordar uno de los lugares comunes más comunes de los lugares comunes: la realidad siempre supera a la ficción.

De gustos culposos

Las escenas de sexo del Libro Vaquero. Ese fue mi primer gusto culposo. Curiosa de las diferentes manifestaciones periodísticas y literarias, de adolescente cayó una de esas historietas que publicaba editorial Novedades (ahora lo hace HEVI Editores) en mis manos. Con todo el morbo por leer algo no prohibido, pero sí ajeno a la esmerada educación que recibía, descubrí en esas páginas las historias más apasionadas, los diálogos más ingeniosos, las mujeres en topless más exuberantes: la combinación perfecta para que una niña de 14 años comenzara a coleccionarlos, porque por fortuna siempre había números atrasados en los puestos de periódicos.

Un día en reunión familiar se me escapó un “cabrón” frente a mis tíos, entre los cuales se encontraba Alfonso, quien siempre me había tenido en alta estima por mi inteligencia y mi corrección política. En cuanto mi lengua chocó con la parte interna de mis dientes frontales al terminar de hablar, vi cómo el tío abría los ojos como platillos voladores, me miró con decepción y pronunció: “te acabas de caer del pedestal donde te tenía”, a lo que yo respondí: “¿y yo qué culpa tengo de que tú me pusieras ahí?” Mi querido pariente ignoraba que en mi normalmente buen léxico de vez en cuando aparecen palabras altisonantes, las que hoy pronuncio libre de ataduras mentales.

Los gustos culposos surgen de los prejuicios, del miedo a hacer el ridículo, del sentimiento (o la fantasía) de orgullo que implica pertenecer a cierto grupo refinado, culto y educado de la sociedad; existen en función de qué tanta culpa experimentamos al disfrutar de algo que supuestamente no corresponde al lugar que ocupamos, a la imagen que los demás tienen de nosotros.

La culpa es una traición a nuestra autoimagen, a los ideales propios, a la expectativa de los otros, por eso hay que ignorar aquello que nos provoca ese gozo prohibido, como una negación a la verdadera naturaleza que nos habita. 

Sin embargo: está ahí. 

Por eso no le platico a nadie que me encantan los huevitos de chocolate; sí, esos blancos que venden en una bolsa amarilla en el supermercado o en máquinas expendedoras por un peso.

¿Cuántas veces te has sorprendido llevando el ritmo con el pie al escuchar una canción con música adictiva, pero letra ignominiosa; mirando de reojo un capítulo de los programas de televisión que hacen toda una farsa para emparejar personas, y te da coraje si tienes que irte antes de saber si Brayan eligirá a Débora y si Débora le dirá que sí; mirándole el escote pronunciado a una mujer o la entrepierna abultada a un hombre?

Todos somos, además, el gusto culposo de alguien; puede ser del ex, que encuentra irresistible arrancarle el vestido a la fémina perversa que le rompió el corazón, o cuando compañeros del pasado prefieren negarnos ante sus amigos por vergüenza a decir que siguen enamorados a pesar de haber enumerado en diversas ocasiones un detallado y amplio inventario de los defectos por los que nos dejaron (qué oso, ¿no?).

Porque sí, hay que admitirlo: todos disfrutamos de cosas y situaciones que avergonzarían a nuestras madres, hijos o incluso a nosotros mismos, como dejar escapar el chorro de orina en la regadera o masturbarse viendo el video de una orgía, pero a fin de cuentas es sano olvidarse de las convenciones sociales y el autocontrol en algunos momentos para gozar de los placeres de la vida, por más culposos que parezcan.

Por eso hoy quiero preguntarte: ¿qué deleite te abochorna compartir?

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Este texto fue publicado originalmente en mi columna Por una vida sexy en la revista Vértigo Político.

(Y sí, subir mis fotos en poses sugerentes para agitar a la concurrencia también es uno de mis gustos culposos…)

Las mujeres de más de 40

Las mujeres de más de 40 vivimos cada día realizando nuestros sueños de niñas. Tenemos pocos temores y muchos aprecios; sabemos emprender el vuelo, pero ponemos los pies en la tierra para estar con quienes amamos en los momentos y lugares precisos.

Las mujeres de más de 40 somos románticas, mas hemos aprendido a escuchar también a nuestro intelecto, lo que nos hace independientes cuando es necesario y solidarias si se trata de secar lágrimas y curar heridas.

Las mujeres de más de 40 además de esculturales cuerpos, hemos forjado esculturales almas; poseemos un brillo misterioso en la mirada, y con certeza digo que más de un secreto para quitarnos la tristeza.

Las mujeres de más de 40 conocemos los tiempos difíciles, sabemos resolver problemas con sutileza; nada es demasiado grande para nuestro ímpetu ni demasiado pequeño como para pasar desapercibido.

Las mujeres de más de 40 tenemos arrugas en la frente y varias canas en el cabello, con orgullo portamos nuestras cicatrices, sobre las que han sanado amores y nacido personas.

Las mujeres de más de 40 elegimos con cuidado los apegos, defendemos nuestra dignidad con humildad y soberbia, seducimos con elegancia y de nuestros dedos surge magia cuando compartimos humedades en la cama.

Las mujeres de más de 40 somos inocentes a voluntad, encontramos la respuesta correcta hasta a preguntas necias. A veces también somos malcriadas; nos regalamos placeres enormes disfrazados de mínimos detalles.

Las mujeres de más de 40 somos expertas en varios artes solo conocidos por nosotras, sentimos la adrenalina de la libertad y jamás dudaremos en lanzarnos descalzas a cualquier abismo, desnudas y con unas alas nuevas.

Garras del paraíso #LibrosQueMeGustan

Con un estilo sin delicadezas ni poses falsas, la poesía de Charles Bukowski es convertirte en testigo de la belleza de las palabras en la decadencia de la realidad.

Por eso hoy recomiendo Garras del paraíso (flash poesía), del escritor estadounidense nacido en Alemania Charles Bukowski, uno de mis poetas y narradores favoritos (aquí confieso que su obra influyó mucho en mi libro de cuentos Grab my pussy!, publicado hace tres años).

Garras del paraíso está compuesto por 21 poemas. Como buen libro de poesía, es breve, pero de intensidad agotadora.

Comienza con un poema dedicado al incendio de la biblioteca pública de los Ángeles, refugio de Bukowski: “Mientras otros jóvenes perseguían señoritas, yo perseguía viejos libros”, escribió el autor.

En este libro encontramos varias sentencias memorables: “lo más importante es saber atravesar el fuego”, o “la muerte debería llegar fácilmente: como un tren de mercancías que no oyes cuando estás de espaldas.”

La poesía de Bukowski es amada u odiada, pero jamás pasa desapercibida. Gusta o incomoda por su honestidad. Su narrativa y obra poética es casi autobiográfica y por eso la percibes en la piel.

Por eso este #ViernesDeLectura recomiendo Garras del paraíso, de Charles Bukowski en #LibrosQueMeGustan

El murmullo de las abejas #LibrosQueMeGustan

La magia y la belleza en ocasiones también son herramientas para describir lo terrible. Sofía Segovia en El murmullo de las abejas, el libro que les recomiendo hoy, las utiliza para contar la historia de los Morales Cortés, terratenientes de Linares, Nuevo León, alrededor de la época revolucionaria.

El destino de la familia, narrado por Guillermo Morales a un taxista en el camino de Monterrey a Linares, se ve unido al de Simonopio, un niño huérfano que puede comunicarse con las abejas, y el de la nana Reja, nodriza de ambos por azares del destino. Al mismo tiempo la autora describe algunas de las costumbres de la época, de gran violencia.

La estructura de El murmullo de las abejas es magnética, una vez que empiezas las páginas se suceden unas a otras con el placer de la fantasía anclada en la realidad. El personaje de Simonopio es, sin duda, uno de los más entrañables de la literatura mexicana; con labio leporino y sordomudo, es rechazado e incomprendido por la mayoría, pero él ama, y como ama cuida. Es un héroe muy a su manera. Y las abejas son sus cómplices.

Algo sobresaliente de esta obra es la habilidad de la autora de conducir al lector por un camino de felicidad y brillo y de pronto trastocarlo con la tristeza de la muerte, de la injusticia. Es uno de esos libros que engañan al lector con una apariencia amable y ligera, y terminan siendo una experiencia de vida, eco en los sentidos, en las emociones y los sentimientos.

Por ser uno de los próximos clásicos de la literatura mexicana, estoy segura, este #ViernesDeLectura recomiendo El murmullo de las abejas en #LibrosQueMeGustan

Mäywen #LibrosQueMeGustan

La profecía se ha cumplido: Mäywen, el hada oscura, debe cumplir su misión de alumbrar el camino hacia el reencuentro con la luz.

Este #ViernesDeLectura recomiendo una novela caballeresca y de fantasía; de perversiones y belleza humana; de hechizos y amor incondicional: Mäywen, de la escritora mexicana Magdalena Pérez Selvas.

Con una narrativa tan encantadora como la historia que cuenta, Mäywen comienza con el mapa de las Tierras Doradas, un mundo donde convergen Humanos y Brujas en un equilibrio precario que está por esfumarse. Es entonces cuando aparece Mäywen, un hada que parece no pertenecer a ningún lado, que se siente incómoda en el Reino del Aire, su hogar, y también en la tierra.

Pero el encuentro con Andor de Goldorado, un rey muy amado, y por consiguiente, también muy odiado, cambia su incertidumbre y juntos inician una cruzada contra las brujas que buscan apoderarse y destrozar el mundo.

Este libro es como una brisa fresca dentro de la literatura mexicana, tan enfocada en lo descarnado y la podredumbre de la sociedad. Su autora, Magdalena Pérez Selvas, comparte una vida minimalista, de abandono del ego y gran espiritualidad, lo que comunica de forma sutil en las páginas de su primera novela, que es, además, su sueño adolescente, ya que la empezó a escribir a los 17 años y la terminó 17 años después.

Por ser un hallazgo que provoca suspiros y sonrisas, Mäywen es mi recomendación de esta semana en #LibrosQueMeGustan

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Si quieres comprar el libro, puedes encontrarlo aquí: https://www.amazon.com.mx/Mäywen-Magdalena-Pérez-Selvas-ebook/dp/B07ZMR5XS5

Vida con mi viuda #LibrosQueMeGustan

¿Qué dirán tus seres queridos cuando hayas muerto? ¿Cómo reaccionarán tu pareja, tus hijos, tus amigos, tus enemigos? ¿Cuántos secretos se desvelarán?

De eso va la novela que les recomiendo este #ViernesDeLectura: Vida con mi viuda, del escritor acapulqueño José Agustín.

Vida con mi viuda es una irreverencia literaria narrada de forma magistral con el estilo único del autor: desenfadado, exacto, con una verborrea precisa para mantener al lector con la carcajada pegada a la angustia.

Un hombre, Onelio de la Sierra, se topa accidentalmente con un moribundo tan parecido a él que decide intercambiar papeles para así poder espiar a su viuda, Helena, una hermosa mujer mitad indígena oaxaqueña, mitad estadounidense, en una trama que contiene misticismo chamánico, una gran carga erótica, la fusión de mundos a través del amor y hasta crimen organizado.

Es un libro divertido, diferente, ganador del Premio Mazatlán de Literatura 2005 y, sobre, todo, de uno de los autores más sólidos de la literatura mexicana, mezcla del humor negro, la solemnidad y la risa fácil ante la desgracia que nos permite conservar la vertical ante la adversidad.

Por eso Vida con mi viuda es uno de los #LibrosQueMeGustan

Matinal

Dos dedos en mi vagina. Desperté. Su nariz rozaba la mía. Arqueé la espalda. Sonreí. Metió la lengua entre mis dientes. Mis pezones perforaron el vestido. Las bragas recibieron una ola súbita. Gemí. Dormía en la sala. La fiesta de anoche me dejó moribunda. Reviví del sueño para morir de nuevo. Para convertirme en géiser, en vencedora y trofeo. Los pies en punta. Satín en los muslos, las rodillas, los tobillos, el piso de madera. Fauces que bucean. El vestido trepa y se fuga. Palmas en las tetas. Saliva en el ombligo, en la línea de la vida. Entre los pechos. Areolas en pugna. Voz que rebota en las persianas. Vértice abierto, cadera oscilante. Remo en el agua. Ojos bien abiertos. Ascenso y descenso en gol pe te o. Palmas de las manos en respaldo. Rodillas en la piel del sillón. Ofrenda a la estatua que penetra un río subterráneo para clavar su bandera en territorio conquistado que conquista al conquistador.

Or
gas
mos
en
grito.

Adicción a las sustancias de tu cuerpo.

Salvar el fuego #LibrosQueMeGustan

Este #ViernesDeLectura recomiendo la novela de moda de uno de los autores más queridos en México: Salvar el fuego, de Guillermo Arriaga, ganadora del Premio Alfaguara de Novela 2020.

Historia policíaca, política, culturosa, de amor, cuenta el encontronazo de dos mundos: el penitenciario, donde crimen, venganza y muerte son las constantes, con el de la clase alta de la Ciudad de México, donde todo es finura, posibilidades y mucho tiempo para ser infelices.

Con dosis altas de descripciones sensoriales, tiene la habilidad de transportarte con el olfato, el oído, el tacto a la piel de sus protagonistas: José Cuauhtémoc y Marina, quienes a lo largo de la trama se transforman en sentido inverso: él se dulcifica, ella se enrudece.

Escrita en diversos tiempos y narrada desde la primera, tercera y la no tan usual segunda persona, las palabras elegidas para configurarla son exactas. Como otras obras de Arriaga, Salvar el fuego es larga, densa, con enormes capítulos de contexto para la trama, diversos recursos, como los trabajos de un taller literario que toma José Cuauhtémoc con otros reos, y la historia paralela de Francisco Cuitláhuac, el personaje más sólido.

Pero sobre todo es un libro encantador en el sentido amplio de la palabra: atractivo y tan impactante que orbita durante varios días en la memoria, y además te embruja con su estructura: quieres terminarlo de una sentada, lo cual es un buen reto por su gran extensión (lo leí en Kindle, donde el tiempo de lectura típico es de 13 horas y 14 minutos).

Por eso es uno de los #LibrosQueMeGustan

Autoconjuro de madrugada

Desde niña sé que soy una mujer rara. No soy políticamente correcta ni anarquista. Ni celosa ni partidaria del drama, pero no permito, bajo ninguna circunstancia, que las ofensas se queden en el silencio. Como soy demasiado equilibrada para ser artista, escribo mis desequilibrios y los comparto en poesía.

Ayer fui mala esposa, hoy soy una soltera corregida y aumentada. En ocasiones una mala madre y casi siempre la mejor que conozco. Sé que mi cara no es la más linda ni mi cuerpo el más escultural, pero son los únicos que tengo, y los amo con sus poros abiertos y estas piernas de muslos abundantes que han caminado conmigo casi la mitad del mundo.

Dicen que soy sensual y estoy de acuerdo: me gusta el sexo y lo hago sólo con quien se me da la gana y cuando quiero. He sido más generosa que egoísta, en ocasiones mucho más de lo que otros merecían. He tenido la cartera vacía y también llena, sé que esa precisa circunstancia depende nada más de mí.

Me gusta detenerme a mirar el cielo durante varios minutos al día, escuchar conversaciones ajenas en lugares públicos, sonreír a extraños por curiosidad pura.

Confieso que me enamoro fácil, que me asombro fácil, que no me gustan las complicaciones y huyo de los problemas, por lo que es probable que jamás logre algo demasiado “importante” en la vida. Estoy tan segura que después de la muerte está la nada, que converso con mis muertos, aunque sean sordos. No comprendo a quienes no creen en Dios, pero no me peleo con nadie por lo que cree o deje de creer: seguramente ellos tampoco me comprenden a mí.

Como soy todo lo que tengo, valoro cada instante que comparto conmigo, y si al mismo tiempo coincido con familia y amigos, entonces la felicidad se multiplica.

Me llamo Mónica y me gusta la vida. Cuando yo muera, no habrá quien se lamente por mis sueños sin cumplir o mis días sin gozo, porque no existen: he vivido sin miedo, amado sin medida; he hecho el amor con magia y conjurado mi presente, que se convierte en un futuro lleno de luz.

El monstruo pentápodo #LibrosQueMeGustan

Este #ViernesDeLectura quiero recomendarles a una autora mexicana a través de su libro El monstruo pentápodo. Ella es una de las narradores más detallistas y despiadadas que he leído últimamente: Liliana Blum.

El monstruo pentápodo cuenta la historia de Raymundo, un hombre sobresaliente en su trabajo, buen hermano, hijo, tío, que esconde bajo la sonrisa un secreto macabro: su atracción sexual hacia niñas de 5 a 9 años.

En el camino se encuentra con Aimé, una mujer en sus 30 que por su enanismo había renunciado al amor. Hasta que Raymundo la seduce para convertirla en cómplice y la arrastra a lo más oscuro de sus deseos… y a prisión.

La estructura de esta obra es deslumbrante, es de esos libros a los que no les falta ni les sobra nada. Conforme avanzas experimentas indignación, furia, miedo. Los dos personajes principales hablan según su experiencia y juntos, cada uno con su propio fragmento, completan el cuadro del secuestro de una niña inocente que tuvo la mala suerte de encontrarse en el lugar, momento y foco de atención equivocados.

Lo terminé de leer el mismo día en que lo empecé, porque el tema duele y la narrativa te atrapa en sus fauces trabadas hasta que logras domar las líneas; es uno de esos libros que odias por el tema, pero amas por la manera en que está escrito.

Por eso lo recomiendo en #LibrosQueMeGustan

El ojo #LibrosQueMeGustan

Una de las exquisiteces de mi librero, este #ViernesDeLectura quiero recomendar El ojo, de Vladimir Nabokov, publicado 25 años antes que la famosa Lolita.

Nabokov fue un experto en jugar con la mente del lector; sus novelas poseen una versión subterránea de la misma anécdota, que él mismo devela hacia el final, haciéndote sentir asombrado y tal vez un poco idiota.

En las páginas de El ojo los personajes y el tiempo cambian a capricho del narrador. Es un libro breve, pero sustancioso en literatura y frases memorables.

Al principio lees la historia de un suicida frustrado, para en el siguiente acto acudir a la obsesión del narrador por Smurov, un personaje misterioso que por igual es espía ruso, militar u hombre de letras en un salto de punto de vista que deriva en el asombro.

Una de las características de la obra de Nabokov es que cada lectura suya coloca una pieza nueva en el marco de referencia personal con la que puedes comprender, descubrir y disfrutar de la ficción de forma más amplia, y eso sólo puede lograrlo un grande, como él.

Bartleby, el escribiente #LibrosQueMeGustan

Si bien la literatura es interpretación según los ojos y la experiencia del lector, pocas obras poseen el poder de provocar un grado de confusión tal que las ganas de entenderla se vuelven indiferencia o inquietud.

Hablo de Bartleby, el escribiente, cuento del estadounidense Herman Melville, el célebre autor del clásico Moby Dick.

El argumento es muy simple: un abogado de Wall Street necesita a un escribiente más para las labores de oficina, entonces contrata a Bartleby y lo acomoda en una esquina cerca de la ventana. Al principio resulta el más eficiente de sus empleados, hasta que a una tarea solicitada éste le responde: “Preferiría no hacerlo”.

De ahí en adelante esa frase se convierte en la única respuesta a los requerimientos del patrón, quien además descubre que Bartleby se ha quedado a vivir en la oficina y no hay manera de sacarlo, ni siquiera cuando decide mudarse.

Pronto Bartleby se convierte en una obsesión para su empleador, quien narra esta magistral historia que hay que conocer y reconocer como una de las obras maestras de la literatura universal que, además, demuestra que en la brevedad habita la grandeza. Es una obra muy angustiante, pero placentera, que, o bien se queda en la mente del lector horas después de la lectura, o se olvida pronto.

Este #ViernesDeLectura recomiendo Bartleby, el escribiente, porque es un testimonio de la universalidad y atemporalidad humana: aunque fue publicado en 1853 sigue vigente. Por eso es uno de los #LibrosQueMeGustan

La belleza del marido #LibrosQueMeGustan

Una historia de amor y desamor que no es una novela, pero tampoco un cuento, pero tampoco un poemario, definida por la autora en el subtítulo como: un ensayo narrativo en 29 tangos. Eso es La belleza del marido, de la escritora canadiense Anne Carson, un libro difícil de definir, pero fácil de disfrutar.

Esta obra no es una más sobre amor fallido e infidelidad. Su estructura, el desorden temporal, la poesía en las palabras lo ha convertido en una de las obras maestras de la narrativa actual. Cada capítulo tiene un epígrafe de Keats, a quien la autora dedica el libro.

Un aspecto muy sobresaliente son sus frases memorables, como: “El deseo al cuadrado es amor y el amor al cuadrado es locura. La locura al cuadrado es matrimonio”, y que fue ganador del premio T.S. Eliot de poesía.

Me gusta este libro por su sentido del humor algo ácido, por lo novedoso que resulta leer algo con un lenguaje propio, por la honestidad de sus planteamientos porque sencillamente la protagonista confiesa que sí, se enamoró de su marido por la belleza física, y fue esa belleza física la que finalmente los llevó al divorcio y la perdición.

Acto de fe

La vida es un acto de fe. A veces te quiebra como rama o te eleva hacia el cielo como hoja y te permite conocer algunos milagros. Usa sus mejores ropas para iluminar los días nublados, y de repente deja un charco en el suelo para que resbales y aprendas a mirar los días de sol.

Cuando te conviertes en maniquí la vida se encarga de colocarte un corazón en el pecho, de golpearte con un dedo en el hombro para señalar los caminos que tienen tu nombre.

Tan maravillosa es la vida que es cielo abierto y también pozo sin fondo, te deja nadar en agua fresca y zambullirte de placer en el ensueño antes de permitirte despertar.

Por eso los días exigen romper las reglas que quieren romperte, abrazar a quien pretende ahorcarte; tener buenos deseos para los que odian. Ha llegado el tiempo de escuchar a la luz: abandona las armas y abre los brazos a la libertad.

La catedral del mar #LibrosQueMeGustan

Un libro monumental como la catedral de Santa María del Mar, cuya construcción es el pretexto para esta novela, hoy les recomiendo la primera obra del abogado y escritor español Ildefonso Falcones: La catedral del mar.

Cuenta la historia de la familia Estanyol, primero del padre, Bernat, para mostrarnos al verdadero protagonista: Arnau, un personaje inolvidable en el que la fuerza, la honestidad y la inteligencia habitan de manera equilibrada, sin restarle valentía. Es un héroe de leyenda épica.

En esta obra, situada en la Barcelona de la Edad Media hay injusticia, aventura, romance, intriga, violencia y todas las pasiones humanas, por lo que se ha convertido en uno de los grandes best sellers de la literatura española. Ha sido tan inusitado su éxito que ya hay película y hasta serie de televisión. Tiene una continuación, Herederos de la tierra.

Por ser una novela que te atrapa desde las primeras páginas por su agridulce argumento, este #ViernesDeLectura recomiendo La catedral del mar, de Ildefonso Falcones en #LibrosQueMeGustan

El corazón de piedra verde #LibrosQueMeGustan

Hoy quiero recomendarles el libro que a los 14 años me hizo adicta a leer: El corazón de piedra verde, de Salvador de Madariaga.

Esta vasta novela es enorme en páginas, aventuras, historia, pero sobre todo, en el encuentro de dos mundos que colapsaron para crear uno nuevo.

Es una narración de contrastes que describe la vida en España, la vida en el México prehispánico y el consabido encuentro entre ambas culturas, mientras también cuenta la historia de amor entre Alonso y Xuchitl, como una representación del nacimiento del mestizaje, una versión enriquecida de culturas y puntos de vista.

En sus casi 800 páginas el lector encontrará una versión romántica, agradable y ligera de la Conquista, sin dejar de lado el conflicto y la crudeza de algunas de las anécdotas que cimbraron la realidad de los antiguos pobladores de las tierras sobre las que caminamos hoy.

Es una obra que emociona, enoja, provoca suspiros y hallazgos con la propia vida.

Por ser una lectura gozosa e inolvidable que deja eco años después, este #ViernesDeLectura recomiendo El corazón de piedra verde, de Salvador de Madariaga en #LibrosQueMeGustan

Enciclopedia de malos alumnos #LibrosQueMeGustan

¿Qué tienen en común John Lennon, Alejandro Dumas, Salvador Dalí, el conde de Buffon y Charles Darwin?

Para descubirlo hay que leer el libro que recomiendo hoy: Enciclopedia de malos alumnos y rebeldes que llegaron a genios, de Jean-Bernard Pouy, Serge Bloch y Anne Blanchard, un tomo ideal para niños y adultos inquietos e incomprendidos que descubrirán las historias de algunos de los grandes genios de la humanidad.

A Agatha Christie, por ejemplo, cuando era niña le regalaron un perro para que no leyera tanto… pero ella se las ingenió para escabullirse en la biblioteca.

Walt Disney fue muy mal alumno, todo el tiempo dibujaba, igual que Picasso: la queja de los maestros era que se la pasaba trazando palomas y corridas de toros. Como Dalí, que también se aburría a montones en la escuela.

Albert Einstein era un rebelde nato, desde los siete años amó la irreverencia.

Alejandro Dumas era desordenado e impulsivo… y a los 12 años todavía no sabía leer.

El común denominador de estos personajes fue la curiosidad, una tan intensa que al encontrar respuestas lo único que surgían eran más preguntas. Todos eran grandes observadores de su entorno.

En cuatro páginas por celebridad, los autores narran, en ocasiones como si el aludido hablara con el lector, la niñez y juventud de estos artistas, políticos y científicos de una manera divertida, muy humana, que provoca ganas de saber más.

Otros genios que aparecen son Honorato de Balzac, Charlie Chaplin, Leonardo da Vinci, Alexander Graham Bell y Jack London, en total 28.

Este libro es un pretexto encantador para acercarse a la vida de las personas que cambiaron el rumbo del mundo, y por eso lo recomiendo en este #ViernesDeLectura.

#LibrosQueMeGustan

El amor dura tres años #LibrosQueMeGustan

El mito del amor romántico es uno de mis temas favoritos y por eso hoy quiero recomendarles: El amor dura tres años, de Frédéric Beigbeder, una novela autobiográfica que rezuma ironía, humor negro y los destellos de sabiduría que quedan después de haber sufrido por amor.

Empieza con la frase: “El amor es un combate perdido de antemano” y con ella inician también las confesiones del autor a través del personaje principal: Marc Marronier, un escritor/publicista que ha caído en depresión y excesos después del divorcio, pero descubre que en realidad no sufre por el desastre matrimonial con Anne, su exesposa, sino por la imposibilidad de vivir libremente el amor con Alice, su amante y motivo del divorcio.

Lo leí en un día, entre sonrisas de complicidad, pedradas esquivadas con estilo y una sensación agridulce acerca del matrimonio, la infidelidad y el poliamor involuntario.

Es una historia sencilla narrada de manera magistral, llena de ideas, humor negro y frases memorables, sin duda un libro perfecto para entretenerse y recordar que el miedo a la felicidad es el peor consejero del amor.

Por ser un hallazgo divertido para acompañar unas horas de cuarentena este #ViernesDeLectura en #LibrosQueMeGustan recomiendo El amor dura tres años, de Frédéric Beigbeder.

Consideraciones antes de publicar un libro

Nota previa:

Estas recomendaciones están basadas en mi experiencia, mis errores, aciertos y golpes de suerte como editora y escritora independiente y sujetas a cambios y ampliación por nuevas experiencias.

  1. Escribe sin pensar demasiado, sin presión, sin censura, sin fijarte en la gramática o la ortografía, sólo escribe. Una vez que termines, corrige con lupa y a conciencia.
  2. Por cada puerta que se cierra, pueden abrirse muchas más. La carrera del escritor es de resistencia, tenacidad y, sobre todo, pasión.
  3. En ocasiones es difícil saber cuándo el texto ya está terminado, por eso es recomendable dejarlo descansar en un cajón, sin verlo para nada ni pensar en él al menos por unas tres o cuatro semanas. 
  4. Tu familia, desde tu mamá hasta tus parientes lejanos, leerán tu libro y te dirán que es magnífico. Ponlo en duda: el cariño puede nublar su objetividad.
  5. Tu libro va a gustarle a mucha gente y otras personas van a odiarlo. No gastes tu energía en preocuparte por eso.
  6. Registra tu libro antes de mandarlo a dictamen a alguna editorial o a concursos.
  7. Somete tu obra a concurso antes de buscar publicarla, sobre todo si se trata de géneros literarios: novela, poesía, cuento, ensayo, teatro, porque de esta forma tienes más posibilidades de llamar la atención de las editoriales.
  8. Ten claro el tipo de libro que quieres publicar, así caminarás sobre suelo sólido y no sobre sueños guajiros.
  9. Es básico conocer cuál es el mercado de tu libro, qué tipo de libro es, antes de mandarlo a una editorial.
  10. Investiga qué tipos de libros publica la editorial a la que piensas enviar tu libro. Normalmente esa información aparece en su sitio web.
  11. Escucha con apertura los comentarios y sugerencias sobre el texto, y luego deshazte de los que no le aporten algo.
  12. Cuando escribes un libro y quieres publicarlo la suerte es un factor importante, pero mucho más determinante será el trabajo, la tenacidad, el esfuerzo y el desafío a tus miedos y prejuicios.
  13. Aléjate de los editores que te adulen demasiado, sobre todo si en esa editorial tienes que pagar por publicar tu libro.
  14. Precisa por escrito todos los acuerdos a los que llegues con el editor.
  15. Firma siempre un contrato de edición, sin miedo ni reparos a lo legal. Te puedes salvar de muchos problemas. 
  16. Los únicos Derechos que puedes transferir al editor o la editorial son los Derechos Patrimoniales.
  17. Si vas a invertir en la impresión del libro, no cedas tus Derechos Patrimoniales. A menos que recibas un pago o hagas un intercambio, si tú pagas por hacer el libro es ilegal y absurdo que los transfieras.
  18. Si vas a transferir tus Derechos Patrimoniales fíjate por cuánto tiempo. Algunas editoriales los reservan dos, cinco, siete años, a veces, más tiempo y, normalmente, son ellos quienes fijan la vigencia. Al negociar tu contrato toma en cuenta que a mayores beneficios (en promoción, difusión, distribución, presentaciones, regalías, etcétera), mayor tiempo. Si tú tienes que pagar por todo y encargarte de la mayoría de los asuntos mencionados, no los transfieras.
  19. En caso de dudas siempre es mejor consultar a un abogado o acercarse a las oficinas del Indautor.
  20. Aunque te conviertas en un escritor auto-publicado en plataformas digitales o impresas, siempre busca asesoría de un editor o corrector de estilo. El gran problema de esta época es la cantidad de autores que no publican sus libros con rigor, lo que lleva a que no tengan el éxito que esperaban.
  21. Si vas a llevar tu texto directamente a una imprenta, pregunta (y constata que te estén diciendo la verdad) si ellos realizan directamente el trabajo o si lo maquilan. Pide muestras de otros libros que hayan hecho.
  22. Cuando termines de escribir tu libro imprime la versión final para revisarla. Es común que en la pantalla se oculten los errores.
  23. Los lectores tienen un radar de libros malos, trabaja en el tuyo lo suficiente como para que le den una oportunidad.
  24. Algunas editoriales independientes trabajan más como imprentas, solo diseñan e imprimen en libro y te los entregan para que tú te encargues de difundirlos y venderlos.
  25. Antes de pagar para que una editorial independiente (de aquellas en las que tú debes invertir dinero) te publique tu libro, somete el texto a corrección de estilo y luego a concursos. Cuando empiezas, abona más prestigio ganar un concurso o una beca, que tener un libro.
  26. Para saber si un editor o editorial va a cumplir con lo que promete, investiga si ya ha trabajado de esa forma con otros libros o escritores, si distribuye en las librerías que dice, si conoce a la gente que declara conocer; si ha logrado con otros títulos lo que asegura logrará con el tuyo. No confíes a ciegas.
  27. Trabajar en la promoción del libro es importante, así como también lo es el uso de las redes sociales, blogs y otras plataformas para darte a conocer; pero cuida de no pasar tanto tiempo promoviéndote de forma tal que pierdas las horas que puedes ocupar para hacer lo tuyo: escribir.
  28. Lo más probable es que estés inconforme con el trabajo que desarrolla tu editor o la editorial respecto a la difusión y distribución del libro, así que lo mejor es relajarse y tener una buena actitud para recibir lo que sale bien y tolerancia a la frustración hacia lo que no resulta como lo esperabas.
  29. Toma en cuenta que los medios de comunicación buscan hablar sobre temas de interés general, así que, si tu libro no trata sobre algo novedoso, polémico o de actualidad es difícil que centren su atención en ti. Aunque no imposible.
  30. Cuando eres un autor desconocido el trabajo de promoción será doble, porque hay que dar a conocer tu libro, pero también a ti.
  31. Es lógico que tendrás expectativas respecto a la publicación de tu libro, pero es mentalmente sano recibir lo positivo que llega como si fuera una hermosa sorpresa, y trabajar por lo que no resultó así.
  32. Al momento de negociar tu contrato toma en cuenta que tendrás acuerdos y desacuerdos: tanto la editorial como tú deben ser flexibles para llegar a un convenio satisfactorio para ambos.
  33. Cuando decides publicar tu libro deja de ser un poco tuyo y se vuelve, afortunadamente, pertenencia del lector.
  34. Si decides hacer público tu libro, también tienes que decidir trabajar por él todo lo que sea necesario. Ya seas tú o alguien más quien invierta en la publicación, existe un riesgo de capital, trabajo y esfuerzo por tu obra. Eso se agradece y valora.
  35. Se debe realizar el Depósito Legal de dos ejemplares de la edición: uno se va a la Biblioteca Nacional y otro a la Biblioteca del Congreso de la Unión.
  36. Por más éxito que tengas nunca olvides cómo era todo cuando iniciaste.
  37. Cuando seas de la generación de los autores consagrados, no te conviertas en quien cree que la literatura ha muerto y todo era mejor antes. No hay generación que no haya pensado eso.
  38. No creas promesas de nadie hasta que sean una realidad.
  39. Atrévete a romper algunas reglas y lleva a cabo las locuras que se te ocurran para llamar la atención sobre tu libro. En la literatura todavía queda mucho campo virgen por explorar.
  40. ¡Prepárate para una de las experiencias más emocionantes y enriquecedoras de tu vida!

Esas recomendaciones forman parte de mi libro Libera tus libros. El arte de hacer y vender libros en México. Si quieres saber más sobre él da click aquí:

Hija de la fortuna #LibrosQueMeGustan

Una novela de romance, aventuras, situada en la época de la fiebre del oro en California, Hija de la fortuna, de Isabel Allende, es mi recomendación de hoy, #ViernesDeLectura.

Eliza Sommers es una joven chilena, huérfana, que vive con sus tutores en Chile. Como buena adolescente romántica se enamora del hombre incorrecto para los cánones de la época: Joaquín Andieta, empleado de su protector, y como el destino no siempre es chocarrero, Joaquín también se enamora de ella.

Prendada y preñada de amor, un día Joaquín le anuncia que se irá a California a buscar oro, y ella no puede acompañarlo. Sola y desesperada decide huir de casa y se embarca escondida en la bodega de un barco para perseguir a su amor sin saber que aquel viaje transformaría su vida en un cúmulo de lágrimas, aventuras y descubrimientos, sobre todo de sí misma.

Esta novela me gusta por la narración equilibrada entre la historia de aquella época del siglo XIX, el apasionamiento de la protagonista y los sucesos que experimenta, todos ellos encaminados a crear una heroína única e inolvidable que lo que finalmente conquista, es la independencia y la libertad.

Por haber marcado mi vida cuando la leí, hace unos 20 años, Hija de la fortuna, de Isabel Allende es mi recomendación de #LibrosQueMeGustan para #LetraH de El Heraldo Radio.

Confesionario erótico de una libidinosa irredenta

1.

Soy una mujer excepcionalmente lúbrica. Me gusta el sexo desde muy joven. El reconocimiento al deleite que me causa inició como lo mejor de la vida: por azar. Tenía 12 años. Clase de educación física en la secundaria. El colegio se inscribió en el concurso interescolar de baile y tres días de la semana daban clases especiales de danza a las adolescentes seleccionadas, entre ellas yo.

La escena se desarrolló en el gimnasio. Dieciocho niñas acostadas en el suelo. Yo vestía los shorts del uniforme de deportes. Llegó la hora de las abdominales para fortalecer el bajo vientre. La maestra gritaba enérgica: Uno, dos, tres, cuatro. Estiren bien las rodillas. Cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once. No se detengan. Doce, trece, catorce. La que pare va a tener que iniciar de nuevo. Quince, dieciséis, diecisiete. Muy bien, ¡sigan así! Dieciocho, diecinueve. En el veinte mi audición se redujo como cuando en carretera cambias de altitud intempestivamente. Veintiuno. Veintidós (léanse con un sonido sordo y un suspiro ahogado en medio). Veintitrés y el lugar donde algunas veces había cólicos menstruales se contrajo con un impulso dulce que una triada de segundos después se liberó, dejando a su paso una humedad copiosa en el puente de algodón de mis calzones de púber. Las uñas clavadas en el suelo. Los ojos cerrados. Las rodillas se estiraron fuerte y luego se fueron doblando lento. Los pies en el piso. El ¡Mónica, empieza de cero! La sangre trepó a mi cara. El volumen habitual volvió a mis oídos. Perdí la cuenta de abdominales y me estiré como estrellita de mar sobre las tablas. 

Esa mañana en el salón de gimnasia de la secundaria hallé una de las pistas del rumbo que habría de tomar mi vida, y claro, inició mi adicción al abdomen plano.

2.

Me decidí por la literatura erótica porque los libros y el sexo son lo que más me gusta, así que tenerlos juntos me resulta, por decir lo menos, orgásmico. Cualquier mediodía de cualquier época del año me sirvo un café, un tequila o un vodka tónic y me siento frente a la computadora a narrar una fantasía o un recuerdo delicioso. Lo primero que me asombra es la cantidad de universos que pueden crearse en las setenta y ocho teclas de mi ordenador rosa con pantalla retina de once pulgadas, mi pequeño capricho de escritora con pocas manías y una estabilidad mental y emocional inusitada para un artista. El segundo asombro proviene de la vista que miro desde mi ventana: un panorama mitad cielo, mitad síndrome de acumulación compulsiva de edificios, avenidas y jacarandas que es capaz de inspirar hasta al más insensible.

La secuencia acontece, teclazos más, minutos menos, así:

Los personajes, un hombre o una mujer, o tres hombres y una mujer, o dos mujeres y seis hombres, se ubican en un escenario que puede irse transformando conforme avanza el relato; cuando confeccionas una historia hay una gran posibilidad de que adquiera voluntad propia y el sorprendido sea quien se creía, Vicente Huidobro dixit, un pequeño dios.

En la narración de hoy habrá solamente una ella y un él. Ella cierra la puerta de la habitación con seguro. Se acerca a él, que la espera de pie junto a la cama. Se abrazan. Las manos de ambos viajan hacia las nalgas mutuas; los labios hacia los labios del otro. El beso es de lenguota, de esos que hinchan la boca y te dejan como Angelina Jolie. La blusa de ella y la camisa de él se desvanecen. Los torsos desnudos. Braguetas de los pantalones abiertas. De la de ella se escapa un calzón rosa fuerte de encajes delicados; de la de él unos boxers negros de gran resorte con las letras de una marca de ropa cómoda y cara. Los dedos de él muy abiertos aprietan las tetas de ella; los dedos de ella el pene erguido. Los pantalones se disipan. Él le quita los calzones a ella. Ella le quita los bóxers a él. Él la pone de espaldas, el tórax de ella se inclina hacia la cama, se sostiene con los brazos semiflexionados. Él le acaricia la espalda, el coxis, la cadera. Ase fuerte los costados de ella. Coloca el glande en la vulva. Se introduce lento. Ella cierra los ojos, sonríe leve, la separación de los labios suficiente como para que pueda escabullirse la rebeldía de un gemido.

En plena acción erótica en comunión de mis huellas dactilares en el teclado, las imágenes que se suceden en mi mente, la perspectiva de lo que causará el cuento en quien lo lea, de repente siento un hormigueo en el pubis, percibo un escurrimiento difícil de explicar con palabras en las paredes de mi vagina. Una de las dimensiones de mi mente desea seguir escribiendo hasta la extenuación, pero otra desea levantarme de la silla, encaminarme hacia el sillón de la sala o mi recámara y terminar con los dedos lo que inicié con el cerebro. Si no tengo prisa gana la segunda. Ya bien autoatendida regreso a concluir también lo que dejé iniciado.

Varias veces me han hecho una misma pregunta, dado que los creadores en su mayoría son propensos a consumir sustancias psicotrópicas.

            —Mónica, ¿qué te metes para escribir?

            —Hombres*.

*Solteros. Que respeten a las mujeres. Cero machos, posesivos o celosos. Que se cuiden y me cuiden.

La felicidad de los perros del terremoto #LibrosQueMeGustan

Un reguetonero miope de los ojos y el espíritu, una mujer desequilibrada que inventa aventuras, un publicista escritor frustrado y deprimido, que resulta ser el protagonista, una promoción absurda, un maltratador de animales seductor con nombre de celebridad histórica. Ellos son algunos de los personajes de La felicidad de los perros del terremoto, de Gabriel Rodríguez Liceaga, una novela que juega con los absurdos para desafiar la vieja idea de que la ficción existe porque la realidad no siempre alcanza para hacer interesante la vida, si es que la vida debe ser épica.

En esta obra el autor hace un retrato hablado de las sociedades actuales, unidas por pantallas, pero alejadas de la lógica. Entre escenas cómicas y tragedias secretas, sus individuos sufren solos, como si estar triste fuera vergonzoso.

Cada página el lector encontrará detalles cotidianos que de tan normales pasan desapercibidos, y frases memorables de irreverencia punzante: “No se va de viaje un hombre. Más bien viaja el miedo, una verga y un aparato digestivo.”

Un aspecto sobresaliente es el título: La felicidad de los perros del terremoto. Cuando descubrí por qué el libro se llama así experimenté una emoción que me hizo sonreír; es muy afortunado y raro encontrar una obra cuyo nombre resulte de una idea tan poderosa, y mucho más raro descubrirlo casi al final. Es por ello que lo recomiendo este #ViernesDeLectura en #LibrosQueMeGustan

Homenaje a los hombres #poesíaMSI

Hay hombres que duelen.
Hombres que salvan.

Hombres de una noche que se quedan para siempre
y hombres cotidianos que se pierden entre los recuerdos.

Hay hombres lobo y hombres sirena
hombres con voz de volcán
y hombres con garganta de arpa.

Existen hombres de papel moneda y autos caros
Hombres de castillos en el aire
y promesas imposibles.

Los innombrables, los cliché, los de lengua fácil y corazón complicado. Los de mentiras, los de rosas rojas. Los de piel y sangre. Los de vinil y lágrimas.

Hombres de asbesto. Hombres de papel de lija. Hombres de satín y hombres de agua. Hombres de alarido y hombres de sonrisa.

Hombres como todos. Hombres como ninguno.

Y tú.

#poesía

Mónica Soto Icaza

El cuaderno rojo #LibrosQueMeGustan

Este #ViernesDeLectura les recomendaré uno de esos libros que te hacen preguntarte si tiene sentido seguir escribiendo, cuando alguien ya creó las páginas que tienes en las manos.

Eso me sucedió con El cuaderno rojo, de Paul Auster, una colección de relatos basados en la vida real del autor. Los textos son una antología de casualidades, golpes de suerte y piruetas del destino narradas de forma encantadora, son una obra de cabecera a la cual volver cuando se requiera sonreír.

Publicada en 1992, el hilo conductor de sus cuatro historias es el azar. La edición que leí, de Booket, cuenta con prólogo de Justo Navarro, un texto muy notable, creado con la explícita intención de mimetizarse con el cuerpo del libro. Es por eso que el lector es conquistado irremediablemente y no se puede soltar el libro para no dejar ir el deleite que aparece página tras página.

Por ser un libro sorprendente y disfrutable palabra por palabra, El cuaderno rojo, de Paul Auster es mi recomendación de #LibrosQueMeGustan

Las edades de Lulú #LibrosQueMeGustan

Probablemente uno de los libros más vendidos de los últimos 30 años (la edición que tengo, de 2004, indica que lleva más de un millón y medio de ejemplares), Las edades de Lulú, de la escritora española Almudena Grandes es un clásico de la literatura erótica.

Las edades de Lulú comienza con una protagonista de 15 años y conforme avanzan las páginas también va creciendo el personaje, por lo que el lector se convierte en cómplice de sus aventuras, dolores, descubrimientos; también de su rabia.

Es importante decir que esta novela obtuvo el premio de los premios para la literatura erótica, La sonrisa vertical, y desde entonces es la más conocida de su autora, aunque no la más representativa de su obra, muy vasta y de calidad literaria excepcional. En Las edades de Lulú se deja ver la intención de escribir una historia disruptiva, muy sexual, incómoda para las buenas conciencias.

No es la novela más feminista, de hecho, todavía posee la idea del erotismo femenino como pretexto para el masculino, manipulador, violento, centrado en la dominación, pero hay que situarla en el año en que fue escrita (1987) para comprenderla.

Por ser escandalosa, bien narrada y provocadora de humedades deliciosas, Las edades de Lulú es mi recomendación para este #ViernesDeLectura en #LibrosQueMeGustan

Tu cabello es la frontera #LibrosQueMeGustan

Una mujer de belleza mágica y carácter indomable. Amores proporcionales a la cantidad de billetes, corrupción, narcotráfico, muerte, miedo. Un periodista valiente. Destinos entrecruzados con el poder y la seducción.

Todo habita en el thriller político/romántico Tu cabello es la frontera, de J. Jesús Esquivel, un retrato novelado de la frontera de Chihuahua con Estados Unidos, uno de los sitios especialmente golpeados por la guerra contra el narco, un lugar situado por la sed de supremacía, en el que lo menos importante es el futuro, y ya ni hablar de la vida.

De estilo periodístico bien adaptado a la ficción, la narración es fluida y permite al lector involucrarse poco a poco con los acontecimientos y los personajes. El principal, Carolina, es poseedor de un encanto íntimo y memorable y nos recuerda la importancia de la intuición para tomar decisiones firmes, por más arriesgadas que parezcan.

Porque es un libro de ritmo intenso, que provoca múltiples reacciones por su conexión con el mundo real, Tu cabello es la frontera, de J. Jesús Esquivel es mi recomendación en este #ViernesDeLectura en #LibrosQueMeGustan.

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Siete plantas #LibrosQueMeGustan

Guiseppe Corte llega al sanatorio donde lo tratarían de una dolencia ligera y su enfermedad termina siendo su perdición.

La narración de este cuento de Dino Buzzati comienza de una manera ligera, incluso agradable. Conforme avanzan las páginas el lector se va contagiando de la angustia del protagonista, hasta alcanzar la sensación de querer abrir las ventanas de ese sanatorio imposible, de siete plantas, para liberarse de la opresión y explayarse de la necesitad de salir de una prisión de médicos, enfermeros y otros individuos sordos a la salud y la razón.

Quien hojeé las páginas de este escritor y periodista italiano gozará de historias memorables, un estilo impecable, perfecto para compartir con otros amantes de la buena literatura y las magníficas historias.

Por ser uno de mis hallazgos de los últimos años, este #ViernesDeLectura recomiendo Siete plantas, de Dino Buzzati en #LibrosQueMeGustan

Rayuela #LibrosQueMeGustan

Este #ViernesDeLectura recomiendo una obra para aquellos lectores amantes de la trasgresión, de los retos, de las páginas de carrera larga: Rayuela, de Julio Cortázar.

La historia es relativamente simple: las aventuras amorosas de Horacio Oliveira, quien, como todo hombre romántico, converge en la cama y las emociones con múltiples mujeres. De entre ellas la Maga es inolvidable y ha servido de inspiración para nombrar grupos literarios, asignar sobrenombres y hasta bautizar mascotas.

Cortázar la definía como una “contranovela”. Su estructura es asombrosa y puede leerse de varias formas distintas: del capítulo 1 al 56 para enterarte de lo esencial; de principio a fin, como cualquier libro, o utilizando el “tablero de dirección” propuesto por el autor. Esta última forma resulta asombrosa y es la que convirtió a este libro a uno de los más importantes del boom latinoamericano.

Es una obra compleja, que requiere imaginación, ánimo de salir de la zona de confort, pero que te lleva de asombro en asombro con su estilo que es muchos estilos y la belleza poética y narrativa que aparece de pronto.

Recomiendo Rayuela, de Julio Cortázar porque es uno de los #LibrosQueMeGustan y porque una vez que consigues leerlo completo, no se te olvida nunca.

El amante #LibrosQueMeGustan

Un clásico erótico con apenas 36 años de existencia, El amante, de Marguerite Duras es mi recomendación para este #ViernesDeLectura.

Una chica de 15 años y medio coincide en un transbordador por el río Me-Kong con un hombre chino de mucho dinero. Ambos se enamoran, aunque es un amor imposible, porque el hombre y ella forman parte de clases sociales distintas y él ya está comprometido con una mujer impuesta por su padre.

Esta novela posee ciertos toques autobiográficos, como la edad de la protagonista y el romance que sostuvo con el chino Lee Von Kim.

La grandeza de esta historia radica en su narrativa delicada y sugerente, que como el buen erotismo, mantiene la tensión en el lector con tal sutileza que las palabras fluyen con la satisfacción de pasar un rato hermoso con alguien con quien amas platicar.

Por ser un romance posible en todos los tiempos, El amante, de Marguerite Duras es mi recomendación de este #ViernesDeLectura de #LibrosQueMeGustan

Marguerite Duras

Una habitación propia #LibrosQueMeGustan”

“Es mucho más importante ser uno mismo que cualquier otra cosa”, escribió Virginia Woolf casi al final de su ensayo Una habitación propia, mi recomendación de hoy.

Esta obra es considerada un clásico del feminismo, pero es una disertación muy certera y muy humana del contraste entre la realidad masculina y femenina del mundo, sin dejar de reconocer las diferencias y similitudes de cada sexo.

“Es funesto para todo aquel que escribe el pensar en su sexo”, afirma en el capítulo seis, con lo que desmonta el mito de la literatura con género implícito. Si bien es cierto que los temas de unos y otras sí son influidos por lo que cada uno vive, también lo es que lo que se necesita para poder escribir es un: un cuarto propio, independencia económica y un tema. Además de talento y práctica.

De narración que evoca autores, enumera libros y se sirve de la invención de un personaje, con lo que la autora se despersonaliza de sus opiniones, este #ViernesDeLectura les recomiendo Un cuarto propio, de Virginia Woolf, escrito en 1928 y de muchas formas vigente aún en nuestros días. Por eso y más es uno de los #LibrosQueMeGustan

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Tiempos recios #ViernesDeLectura

Desde que leí La fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa, este autor ha sido uno de mis escritores favoritos. Mi gusto por sus historias creció al leer Pantaleón y las visitadoras, por eso al enterarme que había publicado una nueva novela la descargué en mi Kindle ni tarda ni perezosa. Fue así como llegué a Tiempos recios.

Tiempos recios cuenta diversas historias alrededor de un mismo hecho: el derrocamiento del presidente de Guatemala Jacobo Árvenz en 1954. Es una novela de conspiraciones internacionales, venganzas personales, hechos históricos mezclados con la ficción y personajes entrañables, como el de Martha Borero, una mujer fuera de serie que resulta ser el hilo conductor de varias de las historias.

La narración está estructurada con saltos temporales y geográficos. En este libro la verdadera protagonista es la naturaleza humana, que por ambición, sed de poder, avaricia puede transformar el destino de países enteros; lo único que hace el autor es colocar esa naturaleza en fragmentos de la vida de los personajes que narra, lo que la hace una novela de breves estampas que coincidieron en el tiempo y el espacio.

Tiempos recios no es mi novela favorita de Vargas Llosa. Está impecablemente escrita, al estilo del autor, pero me dejó sedienta de algunos desenlaces, que se quedan a la deriva; podría pensarse que al estar basada en hechos reales no hace falta que la ficción cierre todos los círculos, pero más bien me da la impresión de que hubo prisa en concluirla.

Aún así, me gusta que la narrativa no es lo que estoy acostumbrada de Mario Vargas Llosa, y eso lo aplaudo, porque animarse a innovar cuando ya eres una leyenda viviente tiene su mérito, Tiempos recios es el libro que recomiendo en este #ViernesDeLectura.

En brazos de la mujer madura #LibrosQueMeGustan

Best seller mundial, esta encantadora novela publicada en 1965 cuenta la historia de Andras, un hombre que desde niño sintió una atracción irresistible hacia las mujeres, al principio de su edad, pero después hacia las mayores (cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia).

La obra, escrita por Stephen Vizinczey está dividida en capítulos donde el autor narra sus relaciones con diversas mujeres, algunas inocentes, otras casadas, unas que parecían haber llegado para quedarse, pero resultan igual de fugaces. Inicia con las reuniones de amigas en casa de su madre, donde despierta su interés erótico por sus contrapartes femeninas, y de ahí el lector va descubriendo como si se tratara de una conversación con un amigo, las confesiones, estrategias de seducción y sentimientos del personaje principal: emotivo, sensible, elegante, sencillamente adorable, como algunos que andan por el mundo fascinando a algunas y sacándole canas verdes a otras.

En brazos de la mujer madura es una lectura obligada para los amantes de la literatura erótica. Por ser divertida, sugerente y deslizarse por las páginas como la caricia de nuestro sujeto de deseo, es mi recomendación de este #ViernesDeLectura en #LibrosQueMeGustan

La palabra y los escritores #LibrosQueMeGustan

La entrevista es mi género periodístico favorito porque puede ser el más enriquecedor para ambos factores de la ecuación: entrevistador y entrevistado; si conjuntas pericia y profundidad de conocimiento del que pregunta, con inteligencia y sentido del humor de ambos, el resultado confecciona leyendas.

En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara de este 2019, el sábado 7 de diciembre, se presentó el libro de uno de los entrevistadores más conocidos de México: La palabra y los escritores, de Sergio Sarmiento (aquí declararé interés particular en el autor, no nada más porque esta colaboración existe por su programa de radio).

La palabra y los escritores es un compendio de entrevistas a 16 escritores como José Saramago, Jesús Reyes Heroles, Rosa Montero, Almudena Grandes, Arturo Pérez Reverte, Xavier Velasco, Irvine Welsh y Mario Vargas Llosa. Todos ellos conversaron con Sarmiento en su famoso programa de televisión La entrevista, que se transmite desde hace 22 años y ha juntado en la misma pantalla tanto a políticos, presidentes y expresidentes, como empresarios y todo tipo de personajes que de alguna manera influyen con su vida u obra cierto momento de la historia.

La característica principal de este libro es que en las entrevistas el lector encontrará no nada más declaraciones hechas y datos, sino la parte humana de los autores de libros, historias de la creación de sus protagonistas, sino procesos creativos y fuertes revelaciones.

Uno de los aspectos que resulta más enriquecedor es que en algunos casos aparecen más de dos conversaciones con el mismo autor con cinco, diez o más años de diferencia, lo que te permite ser testigo del crecimiento, la madurez y las modificaciones a las que todo ser humano está sometido en su transitar por la vida.

Por ser un documento histórico, literario y periodístico que garantiza al lector diversos ratos de entretenimiento, cultura y palabras precisas, La palabra y los escritores es mi recomendación este #ViernesDeLectura en #LibrosQueMeGustan.

Novecento. La leyenda del pianista en el océano #LibrosQueMeGustan

Un bebé es encontrado dentro de una caja en el transatlántico Virginia. Era la época entre guerras. El hombre que lo halló, el pianista Danny Boodmann lo bautiza como Danny Boodmann TD Lemon Novecento y así es como nace la leyenda de un pianista excepcional que incluso le gana en un duelo al pianista de jazz, Jelly Roll Morton, en una de las narraciones más emocionantes que he leído: la chispa que provoca el calor del frenesí en las cuerdas de un piano que encienden un cigarro.

Este monólogo teatral de Alessandro Baricco, escritor y periodista italiano bien podría ser una novela corta. Lo empecé en la banca de un parque de diversiones a donde llevé a mis hijos y desde las primeras líneas me reconquistó el estilo de Baricco, elegante, preciso, casi mágico.

Digo reconquistó porque ya otros libros del autor me han fascinado, como Seda y La esposa joven, dos obras eróticas de una sugerencia magistral.

Alessandro Baricco es un escritor que sabe utilizar las palabras para seducir. Sus obras están llenas de frases memorables que te dejan un sabor de boca exquisito y con ganas de más.

Por ideas como: Tú sabes que hay ochenta y ocho, sobre eso nadie puede engañarte. No son infinitas. Tú eres infinito, y con esas teclas es infinita la música que puedes crear.” es que Novecento es mi recomendación este #ViernesDeLectura en #LibrosQueMeGustan

Desayuno en Tiffany´s #LibrosQueMeGustan

Una chica texana llega a Nueva York e irrumpe en la socialité juntándose con hombres millonarios entrados en canas. Por azares del destino habita en un edificio del Upper East Side de Manhattan, donde coincide con un escritor en ciernes con quien empieza a relacionarse de una manera más intensa, develándole poco a poco su naturaleza delicadamente salvaje.

La joven se llama Holly Golightly y desde las primeras páginas se convierte en uno de los personajes favoritos de quienes adoramos a los personajes auténticos, irreverentes, pero encantadores, sencillos, pero brillantes.

Desayuno en Tiffany´s fue publicada en 1958. Es una novela inolvidable del escritor estadounidense Truman Capote, autor también del mundialmente famoso A sangre fría, historia pionera del periodismo literario o la novela de no ficción. Polémico y con un talento fuera de serie, sus obras han inspirado infinidad de películas, como la gran homónima del libro que nos ocupa en esta ocasión, cuya protagonista, interpretada por Audrey Hepburn, se ha convertido en un clásico del cine, aunque debo protestar un poco por la adaptación del final.

Por ser una obra que ha trascendido al tiempo, las ideologías y las circunstancias, Desayuno en Tiffany´s es mi recomendación de #LibrosQueMeGustan en este #ViernesDeLectura.

La muerte de Artemio Cruz #LibrosQueMeGustan

“Un hombre alto, lleno de fuerza, con unos ojos verdes hipnóticos y un hablar cortante. Artemio Cruz.”

Carlos Fuentes era un maestro para la creación de personajes entrañables: Felipe Montero en Aura, Félix Maldonado en La cabeza de la hidra. Pero sin duda uno de los  inolvidables es Artemio Cruz, protagonista de esta novela publicada por primera vez en 1962.

Esta historia narra los últimos días de Artemio Cruz exrevolucionario, expolítico, excorrupto cuando, recostado en la cama del hospital, moribundo, revive las memorias de su vida y describe las sensaciones que lo acompañan, todas desconocidas, que el autor describe con metáforas tan precisas y detalladas que es inevitable que tu yo lector se emocione: “Tengo la boca llena de centavos viejos.”

Este libro es sobresaliente, mi favorito de Fuentes, por la cantidad de frases memorables que tiene, que como aforismos, juzgan, juegan, evocan, explican: “Cuando cerró los ojos, se dio cuenta de la infinidad amorosa de ese cuerpo joven abrazado al suyo: pensó que la vida entera no bastaría para recorrerlo y descubrirlo, para explorar esa geografía suave, ondulante, de accidentes negros, rosados.”

Por fragmentos como ese y por el recuento histórico por el México de la Revolución y los años subsecuentes es que La muerte de Artemio Cruz es mi recomendación de este #ViernesDeLectura y #LibrosQueMeGustan.

Portada La muerte de Artemio Cruz

¿A imagen y semejanza? #cuento #ficción

Querido Dios. Qué digo querido: amado Diosito. Qué digo amado Diosito: adorado, omnipresente, idolatrado, omnipotente Diosesón:

Te doy gracias por el orgasmo nuestro de cada día. Estoy acostada en mi cama, la cabeza recargada en la almohada, las piernas abiertas, el abdomen en estado de incredulidad por lo que dos dedos pueden provocar en el cuerpo, desde la parte baja del vientre hasta todas sus esquinas, bordes y extremos.

Lo que siento es asombro. Qué sabio y maravilloso eres, ¡oh, rey de los Cielos!, que nos hiciste seres con capacidad de abstracción y potencia imaginativa, la misma que formó en mi mente la imagen de esas dos chicas besándose la lengua, los dientes, las puntas de los pezones, que hicieron gloriosa esta mañana.

Gracias por los recuerdos disfrazados de fantasías. Ruega por los hombres que me han penetrado, por las veces que los besos me han hecho adicta a los clímax. Te doy gracias por las inmensas posibilidades del sexo, por los labios, la vulva, las tetas, las corvas.

Si los seres humanos estamos hechos a tu imagen y semejanza, y me colocaste en la entrepierna el único órgano con la función de experimentar placer, entonces no dudo que todos estos años las personas hayamos vivido en el engaño y tú eres una mujer.

Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos, Amén.

Frida Kahlo #homenaje

“Yo quiero construir. Pero no soy sino una parte insignificante pero importante de un todo del que todavía no tengo conciencia.”

Frida Kahlo

 

Rebelde por naturaleza y apasionada de la vida. Así fue Frida Kahlo, una de las mujeres más influyentes en la historia de nuestro país. Podría asegurar que es hoy en día el rostro femenino más evocado en el imaginario universal cuando se escucha la palabra “México”.

Para las mujeres mexicanas Frida es más que una representante de nuestro arte, y es definitivamente mucho más que la esposa de Diego Rivera. Para nosotras su nombre es sinónimo de libertad, de oportunidad, de trascendencia. ¿Cómo no ser fuente de inspiración, si en 1922 fue una de las 35 mujeres de entre dos mil alumnos del sexo masculino de la Preparatoria Nacional de México?

Su famosa frase “¿Pies, para qué los quiero, si tengo alas para volar?” es un reflejo de su espíritu guerrero. Después de haber sufrido poliomelitis en la infancia, y el terrible accidente que la paralizó durante meses, a los 18 años, pudo haber escrito una historia muy distinta para su propia vida. Pero ella optó por lo extraordinario.

“Todo puede tener belleza, aún lo más horrible”, dijo. Y vaya que hablaba con conocimiento de causa. ¿Habrá alguna vez imaginado que lo peor que le había sucedido, terminaría haciéndola trascender al tiempo? Su amor y pasión por el gran compañero de su vida, Diego Rivera, también la coloca entre los amores épicos del mundo, como el de Sartré y Beauvoir, Helena y Paris, Marco Antonio y Cleopatra… A Diego le escribió cartas arrebatadas, sin censura, vivía su relación como lo más hermoso y lo más terrible, pero lo que quiero rescatar es esa franqueza ante la vida que ojalá nos atreviéramos a experimentar para disfrutar del gozo que representa despertar cada día.

Cito un fragmento de una carta: “Mi amor, hoy me acordé de ti. Aunque no lo mereces tengo que reconocer que te amo. Cómo olvidar aquel día cuando te pregunté sobre mis cuadros por vez primera. Yo chiquilla tonta, tú gran señor con mirada lujuriosa…”

Definitivamente los grandes amores hacen milagros, y así, entre los dos mayores accidentes de su vida, encontró su camino. Pasaba tanto tiempo acostada que empezó a pintar; pasaba tanto tiempo pintando sola que comenzó a pintarse a sí misma. Su gesto en los autorretratos era siempre duro, sus imágenes impactantes, de interpretaciones tan diversas como existen criterios, como se pueden encontrar puntos de vista. ¿Quién no se ha parado frente a “Las dos Fridas” buscando algo nuevo? ¿Quién no lo ha encontrado?

Para André Bretón “El trabajo de Frida Kahlo es la mecha de una bomba”. Al conocerse, la invitó a París a exponer. A esto Frida respondió: “Realmente no sé si mis pinturas son surrealistas, pero sí sé que son la más franca expresión de mí misma, sin tomar jamás en consideración ni juicios ni prejuicios de nadie. He pintado poco, sin el menor deseo de gloria ni ambición, con la convicción de, antes que todo, darme gusto y después poder ganarme la vida con mi oficio”. Y más adelante apuntó: “Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad”.

Tanto significa para las mujeres mexicanas porque rompió estereotipos. Su libertad nos liberó a todas. Su arrojo nos puso a todas un pie al borde del abismo. El testimonio de su vida nos hizo saber que hasta lo imposible puede cambiar de realidad, porque fue la primera artista mexicana en exponer su obra en el Museo de Louvre.

Termino con una de las últimas frases que escribió en su diario antes de morir:

“Recuerda que cada (tic tac) es un segundo de la vida que pasa y que no se repite, hay en ella tanta intensidad, tanto interés, que sólo es el problema de saberla vivir. Que cada uno la resuelva como pueda”.

Definitivamente en su presente, Frida se pintó alas para el futuro.