Podría escribir sobre los pueblos de mi tierra o sobre bicicletas, hacerle poesía al cambio climático, la inmensidad del océano o la belleza de las nubes… o sangrar con palabras los dolores ajenos para sanar los propios y ser espejo que se multiplique al infinito.
Tal vez lo haga algún día. En esta o en otra vida.
Pero hoy. Hoy prefiero escribir sobre orgasmos, buscar distintas formas de describir el milagro que descubro en otro cuerpo dentro del mío. Quiero nombrar lo innombrable, hablar de lo que pasa debajo de las faldas, entre las piernas, liberar las mariposas de las panzas para enamorarse con la piel, pero también con las neuronas.
Hoy tengo predilección por las aventuras, por las medias rasgadas y los dientes en los pezones. Tengo inclinación por las humedades nuevas, por la expectativa de otras formas y la sorpresa de sabores. Por las diagonales-experimentos-hallazgo de la doble cara de los dedos: uña-piel-corrientes subterráneas.
¿Que el mundo es demasiado terrible para hablar solo de lo bello? ¿Que si uso los sustantivos explícitos para hablar de vaginas, masturbación, penes, orgasmos? ¿Que si mi gusto por aclararle a los hombres cuando solo quiero sexo me hace frívola? ¿Que si prefiero la verdad aunque se confunda con cinismo, a las mentiras piadosas que terminan rompiendo el corazón?
A fin de cuentas he descubierto que escribir el sexo y experimentarlo con abundancia es vivir con libertad.
“¿Que en el mundo es demasiado terrible para hablar solo de lo bello?”.
Lo bello ha quedado desplazado por la corrección política, la doble moral y la persecución sin sentido de quienes viven libremente.
Aplaudo tu “frivolidad”. 🙂
Escribir cómo escribes, vivir cómo vives, decir cómo dices, verte para leerte, eso siempre quisiera, mujer distinta, mujer plena, mujer que arrebata sentidos, mujer, verte, eso quisiera.
Para ti Monica
Froy